La situación actual de la monarquía inglesa con un rey con cáncer, un sucesor cuya esposa está enferma y pide tranquilidad mientras se somete a un tratamiento médico, el príncipe Henry en Canadá casado con una actriz resulta preocupante. El número de Wolking royals, se está viendo considerablemente disminuido. Los tabloides todos los días desean dar información de ellos, cuanto más íntima mejor. Ya en 2004 el tribunal europeo de Derechos Humanos, a raíz de la difusión en prensa de unas fotos privadas de Carolina de Mónaco, sentenció que las personas públicas tienen derecho a un espacio ajeno a las miradas de todos.
Me pregunto qué dirán los libros de Historia sobre la monarquía británica de los años inmediatamente posteriores al fallecimiento de Isabel II. El Faro de Melilla entrevista a Cristina Barreiro, periodista, historiadora, profesora universitaria en la Universidad CEU-San Pablo y autora de Las hijas de Isabel II (2022) y Consortes Reales (2023), entre otros libros.
-Kate Middelton tiene cáncer y se está sometiendo a una terapia de quimioterapia y ha sido un shock para ella. Así lo ha comunicado en un vídeo publicado en los canales sociales de la Royal family. La salud de Kate Middleton tiene repercusión pública.
-Efectivamente, la Princesa de Gales, que en un futuro será reina consorte, desempeña una importante labor institucional. Su enfermedad tiene, por lo tanto, una repercusión pública. Es un personaje muy querido porque ha sabido ganarse a los británicos; es guapa, sonriente, madre de tres niños y su primogénito un día también será Rey. Pero además ha encajado muy bien con una sociedad más joven, preocupada por el medio ambiente, la alimentación, la salud y el deporte, sin perder la impronta aspiracional a la que nunca debe renunciar la monarquía.
-¿Qué peso tiene Kate Middeltow en la Casa Real Británica?
-Kate representa la imagen de la juventud, la belleza y la estabilidad familiar. La voz de la continuidad dinástica. Por todo ello, ella interesa y mucho, es continuamente noticia.
-William canceló su asistencia a la misa en recuerdo de su padrino, Constantino de Grecia, poco antes de empezar la ceremonia en la capilla de San Jorge en el Palacio de Windsor. Su agenda se ha reducido considerablemente y todo el peso de la visibilidad ha caído en Camila, quien pasó a representar casi en exclusiva a la Casa Real Británica en actos públicos.
-Camila es la reina consorte, porque así lo quiso la propia Isabel II pocos meses antes de su fallecimiento. ¡Y quien se lo iba a decir cuando hace un par de décadas nadie opinaba bien de ella! No olvidemos que la opinión pública la rechazaba. Carlos III, el Rey, tiene un trabajo de servicio a la Corona y padece cáncer de próstata. Kate Middleton, Princesa de Gales, está ahora delicada. Por lo tanto, las labores de la Familia Real corresponden al resto de miembros activos.
-Que efectivamente se ha visto reducido en número...
-Camila tendrá que incrementar, suplir o complementar su trabajo de representación. El Príncipe Andrés, que era Duque de York, quedó excluido de las labores institucionales desde que en 2022 se le retiraron sus títulos militares y patrocinios reales, y su devolución a la reina, por la causa civil a la que se enfrenta por agresión sexual en Estados Unidos. Se vio forzado a dejar de utilizar el tratamiento de Alteza Real, aunque no deje de ser príncipe. Siguen en activo el Príncipe Eduardo, Duque de Edimburgo y Sophie Rhys-Jones, su esposa. Además de la incombustible Princesa Ana. Y no olvidemos tampoco, aunque ya con cierta edad, a los primos aún vivos de Isabel II, como Eduardo de Kent o Ricardo de Gloucester, que de vez en cuando, también los acompañan en las labores públicas.
-Kate no aparecía en los medios y, ante la ausencia de información, se dio pábulo al rumor, escándalo y difamación. En nombre de la libertad de expresión no todo vale. Samuel Warren y Luois Brandeis formularon en 1980 el concepto legal de privacy como el derecho a ser dejado en paz. Los escándalos políticos, la vida privada de los famosos, sucesos truculentos, son la materia prima de la que se nutren los tabloides, un periodismo amarillista que muchos británicos consumen con fruición cada día.
-Los medios de comunicación tendrían que ser prudentes con lo que cuentan y demostrar un respeto hacia una familia pública, expuesta continuamente como son los royals, sin olvidar que son humanos. Muchos especularon con amoríos del Príncipe de Gales y sin embargo, había por medio una enfermedad de una mujer joven de 42 años, con tres niños pequeños. Es cierto que tienen obligaciones y que han de ser transparentes en su forma de comunicar a la población. Ante la enfermedad tenían dos posibilidades: una, informar directamente de lo que estaba pasando, y otra, optar por lo que hicieron, enviar primero un comunicado y pedir que se respetara la decisión de Kate de apartarse temporalmente de la vida pública. Pero sin explicar qué es lo que le estaba ocurriendo. Es en ese momento, cuando los medios de comunicación faltando al sentido de la prudencia y verificación de fuentes, especulan con barbaridades sobre los príncipes de Gales.
-Dickie Arbiter, periodista británico, ha sido portavoz de la Reina Isabel II y comenta que, en su época, los miembros de la familia real no publicaban sus propias fotos, sino que se llamaba a los fotógrafos de confianza. El 10 de marzo, día de la madre en el Reino Unido, conocido como el Mothering Sunday, la Princesa de Gales manda una foto idílica de ella con sus tres hijos. Guapos, sanos, felices, sonrientes...
-La fotografía manipulada representaba una madre sonriente con tres niños, pero es inapropiada en ese momento, pues vendía una imagen de felicidad y estado de salud que no era real. La propia Kate, cuando las agencias de fotografías internacionales más prestigiosas la rechazaron, se disculpó personalmente, atribuyéndose la autoría de la foto, diciendo que era fotógrafa amateur y que ella misma la había "retocado". La foto fue una mala decisión desde los propios servicios de información de Kensington, o la propia Kate. Eso nunca la sabremos.
Efectivamente los medios siguieron imaginando lo peor e inventando falsedades. Resulta inadmisible. Los medios muchas veces parecen no darse cuenta que los miembros de la Familia Real también son humanos, que sufren y tienen sus miserias como el resto de los mortales. Por eso el periodismo tiene un componente ético tan importante: para ejercer esta profesión hay que estar bien formado y nunca ser insensible.
-Los medios de comunicación han cambiado y los royals siempre serán royals. Al cambiar los medios de comunicación se produce una sacudida en el mundo de estas personas de sangre azul.
-La realeza no está ahora más expuesta que antes, es que han cambiado los medios. Ahora una fotografía la hace cualquiera y su difusión es inmediata. Pero ellos siempre han estado en el ojo del huracán. No hay más que ver los semanarios gráficos del primer tercio del siglo XX para comprobar cómo la Reina Alejandra, María de Teck o los Príncipes Bertie y David -futuros Eduardo VIII y Jorge VI- estaban permanentemente en las portadas. ¿Y la boda de la princesa María con Lascelles? Si hasta se lanzaron, ya en 1922, números especiales. Claro que todo era un poco más elegante. La sociedad, en general, se ha vuelto muy chabacana.
-¿Qué opina del video que se emitió en el que ella en persona contaba su grave estado de salud y se solidarizaba con todos los enfermos, y les infundía ánimos, que no se sintieran solos? ¿Qué cree usted que pretendía con ese video?. ¿Podría explicar si considera que era necesario?.
-Me parece una decisión acertada cuando hay tanta expectación. Es ella misma la que habla expresando la situación que atraviesa y dicen ideó el discurso. Desde mi punto de vista es una decisión acertada. En ningún momento en el pasado un rey enfermo o consorte real había manifestado públicamente su dolencia. Y los hubo, empezando por el propio Jorge VI. Kate habla para frenar especulaciones y mentiras sobre ella. Podría no haber hecho ese video, pero suponemos que lo ha considerado necesario.
-Las noticias se transmiten en la web 24 horas sobre 24. La Casa Real no puede rebatir, desmentir, todas las noticias que se publican si fueran falsas. Inmediatez. Vestidos que se agotan en minutos de los grandes almacenes si lo ha llevado un personaje real influyente como Kate Middleton. ¿Qué piensa de esta inmediatez y su relación con la monarquía? Tal vez les perjudica cara a mantener una buena imagen, de la que necesitan para tener esa autoridad moral y ser respetados por el pueblo.
-No tiene por qué, pero provoca situaciones tensas dado que están permanentemente expuestos. Diana marcó un antes y un después y no en sentido positivo. Considero que cuando una persona entra en el círculo de realeza ha de ser consciente de que ha de primar la prudencia y la discreción y Diana no lo fue. Resultó inconveniente. “La princesa del pueblo” no supo cumplir su papel, le faltó la resignación que implica el rango. Ella tenía una serie de privilegios y obligaciones al entrar a formar parte de la Familia Real. Claro que en esos años ninguno parecía muy ejemplar. Su estela en este sentido la siguió su segundo hijo, Henry, casado con Meghan la actriz americana. Exigen una privacidad que no les corresponde y alientan, de ese modo, un interés que ellos mismos propician. Explotan y rentabilizan su posición cuando les interesa. Quizá vaya también con los caracteres. ¡Eso ya pasó con Eduardo VIII y su hermano Jorge, siempre más prudente! Kate y William desempeñan un papel institucional al servicio de la corona. Son dos formas de actuar muy distintas.
-Camila está totalmente entregada a la causa, viaja por el país y se sacrifica por el marido y los hijos. Si por algún motivo el rey Carlos no pudiera completar sus obligaciones, tocaría a William. Es el Gobierno quien decide el regente.
-El hijo del Rey Carlos, William, debería ser nombrado regente, es adulto y está en plenas facultades. Camila, como en su momento lo fue el príncipe Felipe de Edimburgo, es un complemento en las labores institucionales. El Príncipe de Gales asumiría el papel de representar a la Corona Real Británica ayudado por el resto de miembros activos de los Windsor. ¡Pero no vamos a jugar con futuribles! Isabel II estuvo al frente de uno de los tronos más importantes del mundo, ha visto desfilar por la Casa Blanca a doce presidentes de los Estados Unidos, ha presenciado en nombramiento de siete papas y ha hecho frente a una pandemia global.
-Es necesario que todo cambie para que todo permanezca... con la muerte de Isabel II, se va un era también.
-Parece que desde que falleció Isabel II estamos viviendo un momento de transición. Isabel II llevaba seis décadas reinando y vivió momentos históricos importantes, como la postguerra Mundial, la creación de la Commonwealth y la transformación del Imperio Británico y el papel de los ingleses ante la Guerra Fría. También estuvo en los problemas con el terrorismo del IRA, Escocia, la entrada y salida de Europa... Era un personaje que iba más allá de ser Reina: era una institución. Los británicos tienen a tres grandes referentes, Nelson, Churchill e Isabel II. Carlos no tiene ese carisma, ni la misma edad ni tampoco, las mismas circunstancias históricas.
-Never complain, never explain , el lema de Isabel II. Kate Middeltown ha hecho en el vídeo una defensa fuerte de la familia y ha zanjado los rumores de infidelidad. La monarquía está transformándose.
-Sus palabras son de tranquilidad, expone una realidad como es y dice que su marido la ha acompañado. Lo que hay que interiorizar es que son personas y suponemos que no les agradará escuchar rumores infundados. Kate tiene padres, hijos pequeños, Windsor, donde viven, no es un pueblo grande. Intentarán proteger a su familia. Son humanos y necesitan tranquilidad en la medida de lo posible. Pero el cargo lleva la carga. Ellos pueden lucir ropa fabulosa, reciben una educación de élite con acceso a la cultura, conocen a grandes personalidades del mundo y la ciencia. Pero tienen una labor que cumplir y se deben a su nación.
-El Rey Carlos ha sido el primer monarca en admitir honestamente que tiene cáncer. El comunicado sobre Kate de enero habló de una operación abdominal y que se retiraba por unos meses de la vida pública. Las pruebas detectaron que había tenido cáncer y recomendaron que fuera tratada con quimioterapia preventiva. El primer ministro británico, Rishi Sunak, expresó su apoyo a la princesa y anunció que había sido maltratada por los medios. Tal vez los ritmos diferentes entre Kate y Carlos para anunciar el cáncer han sido determinantes.
-Efectivamente, lo han gestionado de manera diferente, Carlos III más acertado. Comunicó sin ambages que padecía cáncer de próstata. Una sensibilidad diferente en el caso de los Príncipes de Gales ha llevado a gestionarlo de forma distinta. ¡Eterno debate el del papel de los medios! No se puede hacer intromisión en la vida íntima, pero ellos tampoco pueden vender una realidad que no es.
-Las consortes reales en el siglo XIX desempeñaban sus funciones relacionadas con la caridad, como las visitas a los hospitales, mientras que en el siglo XX sus vidas estuvieron marcadas por las dos guerras mundiales. Las del siglo XX son historias de exilio y revoluciones. Siglo XXI, Kate Middleton, qué se espera de ella como consorte. Su rol como consorte real en el siglo XXI será...
-Aunque suene superficial, Kate, ya la ha cumplido su misión puesto que la monarquía se sustenta en el derecho de sucesión: tiene tres hijos y la dinastía está garantizada. Además, desempeña su papel estupendamente; tiene estilo y está comprometida. Realizan labor de representación, son los mejores embajadores de su país. No se puede argumentar como “talón de Aquiles” la vía hereditaria de la Corona. La corona está al servicio del interés general, desvinculado de la lucha política.
-¿Cuál es el papel de las monarquías en un entorno tan volátil y poco dado a entender el entramado de sucesiones?
-La Monarquía Parlamentaria es una forma de estado, tan democrática como la República, dado que el grado de democracia de un país lo dan las leyes y las instituciones. El Rey representa una Jefatura del Estado desvinculada de los partidos políticos. Lo que le permite actuar como poder moderador y simbólico, representando al conjunto de su país. El rey tiene una función de arbitraje y moderación: es un símbolo de unidad al servicio del interés general y desligado de las luchas políticas. El carácter democrático o no de una forma de estado, no lo da si es una monarquía o república. Una monarquía puede ser tan o más democrática que una república, y a las pruebas me remito.
-¿Puede la prensa dejar en paz a Kate, siendo las monarquías jaulas de oro? Al mismo tiempo, la princesa tiene derecho a una privacy, como todos los seres humanos. Si no la vida no sería vivible. ¿Qué podría considerarse vida privada y qué no?
-A pesar de las comodidades que tiene, la vida royal tiene también sacrificios. Y el principal es perder parcelas de vida privada. Ellos no pueden decir yo trabajo ocho horas, fuera del trabajo no me molestéis.
-Como dijo la reina Isabel II en la felicitación navideña del 25 de diciembre de 1957, transmitida por primera vez en televisión, "Siempre ha sido fácil odiar y destruir. Construir y amar es mucho más difícil". Ahora estamos en la época de internet, los desafíos son más grandes para todos. El futuro de la monarquía. ¿Supervivencia, evolución, destrucción?
Yo creo que ninguno de los tres. Me quedaría con permanencia. Y quizá una mera adaptación formal a los tiempos, aunque sin pasarse. La monarquía en términos visuales es lo que es y no debe perder esa esencia. Las coronas, las carrozas... como hacen los ingleses y los holandeses. Y en términos de “función pública” creo que queda más que demostrada cuál es su valor como garante de la unidad e igualdad de los ciudadanos de un país.