Nueva Melilla ha felicitado irónicamente al Gobierno central “por su último éxito”: haber conseguido que Melilla tenga menos barcos que nunca pagando más que nunca”. “No debe de ser fácil lograr semejante hazaña de ingeniería política: gastar cerca de 80 millones de euros en un contrato público para terminar reduciendo frecuencias, subiendo precios y consolidando un monopolio marítimo digno de un libro de texto sobre ineficiencia”, expresa la formación local.
La realidad, según este partido, es que hoy Balearia monopoliza la línea con Málaga y Transmediterránea lo hace con Almería y Motril. “Dos empresas, tres rutas y cero competencia. Todo ello bajo la atenta mirada de la Delegación del Gobierno de Melilla, que sigue vendiendo como “servicio público” lo que, en la práctica, es "una obligación de dependencia”, apunta la formación.
“Mientras tanto, los melillenses miramos cómo la mitad de los barcos han desaparecido del Puerto y cómo los pocos que quedan lo hacen con menos rotaciones, menos plazas y más retrasos. La falta de frecuencias con Almería es un clamor. Tres viajes semanales —cuando los hay— para una ciudad que vive de sus conexiones no es un servicio público; es una broma de mal gusto”, explica a través de un comunicado.
Nueva Melilla cree que “lo más irónico es que la Delegación del Gobierno presume del contrato como si fuera un logro histórico” en lo que califica como “el típico modelo socialista: más gasto y menos resultado”, ya que se gastan millones de los Presupuestos Generales del Estado para contratar lo mismo —o menos—, y todo ello, aduce, envuelto en “una retórica de sostenibilidad y modernización que ni las propias navieras se creen”.
Según Nueva Melilla, “es el modelo del ex ministro de Transportes, José Luis Ábalos, con adjudicaciones mastodónticas en gastos e ineficientes en el resultado”. Mientras tanto, lamenta que las secuelas de esta gestión del ex ministro las siguen sufriendo los melillenses. “Y Nueva Melilla no puede mantenerse callada ante este desastre que deja a la ciudad incomunicada buena parte de los días con sus clásicos destinos en la península, con comunicaciones que han unido la ciudad al resto de España durante décadas”, añade.
Nueva Melilla también critica a Vox, al que califica como “el otro gran aliado del aislamiento melillense”, porque, en lugar de defender la conectividad de la ciudad, “se dedica a insultar y criminalizar a los viajeros de la Operación Paso del Estrecho (OPE)”. “Luego se sorprenden de que bajen los pasajeros y las navieras pierdan interés en mantener rutas. Claro: ¿quién quiere invertir en una línea cuando la extrema derecha se dedica a señalar a quienes la usan?”, se pregunta la formación, que añade que, si lo que se busca es una competencia marítima que traiga mejores comunicaciones con la península y unos servicios más estables y no dependientes sólo de un contrato público, se necesita que las navieras ganen dinero con más clientes.
“Es curioso cómo Vox defiende un monopolio público pagado por todos y que es ineficiente, con tal de que los pasajeros de la OPE, cuyo origen no les gusta, o pasen por la ciudad. No vaya a ser que contaminen a algún supuesto patriota de Vox”, prosigue el partido, que cree que, al final, “el PSOE y Vox han conseguido ponerse de acuerdo en aislar a Melilla, unos con su incompetencia burocrática y los otros, con su racismo disfrazado de patriotismo”. “Entre ambos, nos han dejado sin barcos, sin frecuencias y sin dignidad marítima”, lamenta la formación local.
Desde Nueva Melilla lo dicen con claridad con claridad: “Melilla no necesita favores ni contratos repartidos entre navieras, sino competencia real, transparencia y sentido común. Queremos un modelo que premie la eficiencia, no el clientelismo. Que devuelva la libertad de movimiento a los melillenses y no nos obligue a depender de un ferry que sale de vez en cuando para llegar a Almería. Y a pasar por el Monopolio obligatorio. Ese no es el modelo que necesita esta ciudad”.
En este punto, Nueva Melilla cree que no se pueden seguir pagando millones de dinero público “para quedarse a medio camino entre el monopolio y la tomadura de pelo”. “Si este es el servicio público que ofrece el la Delegación del Gobierno, preferimos que lo llamen por su nombre: servicio privado con dinero de todos y en beneficio de las navieras de cabecera”, agrega.
Nueva Melilla exigirá que los próximos contratos beneficio en la competencia y garanticen una conectividad real con los tres puertos y en competencia de navieras y facilitará que las navieras puedan llenar los barcos con clientes, “aunque sean de un origen desagradable para la ultra derecha”. De esa manera cree el partido que los precios bajarán y las frecuencias aumentarán y la ciudad autónoma tendrá los servicios marítimos que necesitamos con la península. “Esta es nuestra autovía, es nuestro AVE. Debe ser la correa transmisora y el cordón umbilical de unión de Melilla con el resto del territorio”, expresa Nueva Melilla.
“En definitiva, menos propaganda, más barcos. Menos discurso vacío y más hechos. Menos racismo y más apertura al mundo. Melilla no necesita que la conecten con palabras; necesita que la conecten con barcos y que esos barcos se llenen”, concluye la formación.








