Según adelanta El Confidencial, la propietaria de Trasmediterránea, la Naviera Armas, se ha declarado en quiebra. En el diario digital se afirma que la compañía ha llamado a sus acreedores para negociar una quita del pasivo de 800 millones de euros que acumula, argumentando que la crisis del turismo provocada por la pandemia es la principal causante de esta quiebra.
La compañía ha contratado a Houlihan Lokey y a PwC para encontrar una solución a la situación financiera, según El Confidencial.
Trasmediterránea, que opera entre Ceuta y Melilla y la Península, también conecta las Islas Canarias y las Baleares con el territorio peninsular. Si bien la caída del turismo ha sido clave en las malas cuentas, se agrava también con los menores desplazamientos de los residentes.
En mayo Naviera Armas obtuvo unos 55 millones de financiación por parte del ICO, mientras que en agosto los fondos HPS y Apollo le prestaron otros 75 millones. Con todo, el grupo ya acumulaba un balance negativo de 260 millones tras la compra de Trasmediterránea a Acciona en 2018.
De hecho, desde finales de marzo, coincidiendo con el inicio de la pandemia, Moody’s rebajó la calificación crediticia de Bahía de las Isletas, matriz del grupo que la sitúa como bono basura, por el impacto del coronavirus en sus resultados.
De momento, se desconoce cómo afectaría a la línea con Melilla, pues la naviera conecta a la ciudad con Málaga y Almería.
Naviera Armas y Trasmediterránea constituyen el grupo naviero líder en España y uno de los principales de Europa en el sector del transporte marítimo de pasajeros y carga rodada. Transporta más de 5 millones de pasajeros anuales, tiene una flota de 40 buques que conectan los principales puertos de cuatro países y opera más de 100 conexiones de pasaje y carga en las rutas de Baleares, Canarias, Melilla, Ceuta, Marruecos y Argelia, según recoge su página web.