El Faro entrevista al presidente de Coalición por Melilla, Mustafa Aberchán, con el ruido de fondo de la sala de espera de un aeropuerto. El líder de CpM habló con este diario poco después de conocerse la noticia sobre la reapertura de la frontera. Durante la conversación habló del Tratado de Buena Vecindad con Marruecos; de la experiencia de gobernar con el Partido Socialista y sobre la imposibilidad de construir el Aquapark, que ha sido una de las banderas de los cepemistas en sus años de oposición. También despejó dudas sobre si se presentará o no a las elecciones de 2023, tras cumplir la sentencia judicial que le impide ejercer cargos públicos.
Melilla está dividida en dos: entre los que quieren que abra la frontera y los que no. ¿Qué le diría a los que no quieren frontera abierta? ¿Cree que los va a convencer?
Nosotros siempre hemos estado defendiendo que el progreso de Melilla debe tener dos brazos. Uno de esos brazos no es otro que el que podamos mostrar nosotros con nuestra capacidad legislativa, autónoma; ya se llame Plan Estratégico o la Zona Económica y Fiscal Especial de Melilla o el modelo económico que podamos definir. En definitiva, el progreso que pueda surgir de nuestras propias capacidades.
El otro brazo viene determinado por lo que es imperativo en relaciones de vecindad que es el Tratado de Buena Vecindad y que obviamente pudiera constituir una piedra angular para el desarrollo en las próximas décadas, dado que la situación económica y política de Melilla no es capaz de convertirla en ciudad puente de dos continentes: de un continente europeo, con políticas de desarrollo y cooperación y un continente africano de cooperación. Me parece que escapar de esta visión es algo ridículo, por no decir raquítico, en políticas de progreso.
Eso último que ha dicho, que podríamos ser una ciudad puente, ¿eso es posible?
Sí, de hecho, el ex presidente Zapatero, que acudirá el día 18 a dar una conferencia en Melilla, cuando era presidente del Gobierno y está en la hemeroteca recogida la noticia, el presidente de CpM, que era Aberchán, le presentó un documento que se llamaba, precisamente Melilla, puerta de Europa. A Zapatero se le vio muy interesado en que Melilla obviamente pudiera ser un modelo de convivencia, de diversidad, de progreso y de transición en lo que son políticas de desarrollo entre Europa y el Magreb.
El 7 de abril, el presidente Pedro Sánchez anunció la reapertura de la frontera. ¿Por qué cree que ha estado cerrada tanto tiempo?
Hay varios elementos. Hay un elemento, obviamente circunstancial, que ha sido la pandemia. Hay otro elemento que es una crisis política que no hay que ocultar. En todo caso hay que estar contentos, satisfechos de que esté en vías de superación y el último elemento ha sido un elemento de negociación estratégica, llamémoslo así, entre el país vecino y nuestro país, en relación a lo que es beneficioso para nosotros y a lo mejor en el país vecino consideran que es perjudicial para ellos. Me estoy refiriendo a la aduana comercial y me estoy refiriendo al nuevo modelo de seguridad.
¿Al modelo de seguridad? ¿Por qué?
El cortar la frontera de forma unilateral expresa tan solo un desacuerdo en políticas de seguridad, que es algo que debe abrirse camino en cooperación entre el Magreb, entre Europa, nuestro país y el país vecino. Todas esas cuestiones son importantísimas. Eso expresó un momento de crisis y de preocupación que, afortunadamente, está en fase de superación.
Con la frontera cerrada bajó la natalidad, el paro, que es una de las banderas de CpM. Ahora que va a abrir, ¿cree que con la frontera abierta se pueden mantener las cifras de paro que tenemos?
El desafío nuestro de cambio se apunta a que el paro debe seguir el ritmo que tiene, en referencia a que nosotros estamos manteniendo que con los recursos que ya tenía el Partido Popular en las dos décadas que ha tenido eran muy lógicas esas cifras. Nosotros llevamos tan solo tres años y hemos podido ver que podemos hablar con números y con evidencias. Hemos descendido en más de 2.000 puestos de trabajo y circunstancias todavía difíciles; que hablamos de pandemia y de cierre de fronteras que algunos buscan una relación directa cuando no es así. Basta compararnos con Ceuta y podemos ver el diferencial que tenemos con Ceuta, cuando las dos ciudades hemos sufrido el cierre de frontera. Ha sido muy significativo, para bien, para Melilla.
Por lo tanto es un elemento de desafío para nosotros, aunque pensamos que las políticas de cooperación; lo que es el Plan Estratégico, lo que es el Tratado de Buena Vecindad van a contribuir a más riqueza, a mejor modelo económico y a menos paro.
Ahora que toca el tema del Tratado de Buena Vecindad, ¿cuál es la esencia de su propuesta?
El contexto lo ha marcado perfectamente la reunión que han tenido nuestro presidente del Gobierno y la máxima autoridad del país vecino, que es el rey de Marruecos, y se ha determinado claramente en tres líneas o coordenadas: quedan desterradas las decisiones unilaterales, por lo cual obligan a una cooperación mantenida en el tiempo. Segundo, en materia de seguridad y desarrollo, que es algo que se debe imponer por la propia naturaleza de evolución de los tiempos y de los pueblos y, en tercer lugar, el desarrollo económico que nosotros promulgamos no debe amenazar otro desarrollo económico sino todo lo contrario: debe ser interesante para el otro lado de la frontera.
Eso nosotros lo defendemos con un símil muy apropiado que es el puente, la conexión de Estambul con dos continentes: el continente europeo y el asiático, con el Bósforo. Nosotros estamos defendiendo ahora un nuevo modelo de conexión que es el transporte marítimo Melilla-Beni Enzar, que puede tener un impulso potencial no solo en comercio sino en relaciones, en el paso de personas, en la vecindad con el país vecino; puede servir como un paso fronterizo que potencie el turismo y porque le va a venir bien al país vecino y nos va a venir bien a nosotros como ciudad dormitorio. En todo eso estamos. Yo creo que se nos brinda una oportunidad que es bastante interesante y apasionante.
Coalición por Melilla prometió hacer muchas cosas en el año que queda de legislatura. Ya sabemos que no vamos a tener el Aquapark porque Defensa no lo ha autorizado. Es un proyecto que viene defendiendo Coalición por Melilla desde hace muchísimos años. ¿Cómo le sienta que se quede en nada?
Me alegra que haga esa pregunta porque es algo que tenemos que explicar bien. Efectivamente es un estandarte que nosotros hemos estado defendiendo desde hace mucho tiempo y creo que sería bueno para Melilla, pero, desgraciadamente, la normativa que no está actualizada, es una normativa basada en una ley franquista de hace muchos años en política de seguridad e impide al acceso a territorio público 100% en dependencia de esa estrategia de seguridad que a nosotros nos parece algo absurda y que debería ser renovada, sobre todo, en estos tiempos en que la seguridad se mide en otros términos.
Pero bueno, en la lealtad y la disciplina que se deben imponer y que asumimos, tenemos que hacer casos a los criterios de Defensa, en este caso de Comandancia, y a pesar de ser un terreno, vuelvo a repetir, de Ciudad, de la CAM, está sujeto a su interés. En este caso (el Aquapark) no va a estar situado en el sitio que al final pensamos que era el idóneo, después que buscamos la partida presupuestaria y el lugar que pensamos que menos dificultad íbamos a tener para que eso fuera una realidad.
Seguiremos buscando y, de hecho, tenemos que buscar una alternativa, pero quizás se demore algo más. Sin duda la encontraremos.
En referencia a los demás proyectos, CpM siempre ha tenido vocación de pedirle a la ciudadanía que nos mida por los compromisos que nosotros decimos de antemano y serán compromisos que se medirán a final de año. Obviamente hay proyectos hay proyectos que dependen no sólo de CpM, no sólo de la CAM, sino proyectos que dependen de otras instituciones y en ese caso, intentaremos que esas dificultades se puedan superar.
¿Cómo resumiría la experiencia de gobernar con el PSOE?
Yo diría que ha sido una experiencia difícil. Difícil porque hemos estado combinando en todo momento tres elementos que nos han hecho grandes a CpM, en responsabilidad. Hemos practicado y predicado, por el bien del pueblo de Melilla, la generosidad y la generosidad nos ha llevado a que en muchos planteamientos con el Partido Socialista haya primado más la generosidad política que la exigencia de la representación en las urnas. Somos un partido que doblamos en votos al Partido Socialista y muchas veces el Partido Socialista no ha sabido comportarse con esa modestia que se debería imponer en el ejercicio del respeto democrático de las urnas.
En segundo lugar, responsabilidad, porque a veces las discrepancias son notorias. Se debe imponer la responsabilidad de marcar el sentido del cambio porque si no, no tendría ningún sentido lo que hemos hecho y afortunadamente lo hemos conseguido. Yo creo que hay un cambio que se puede medir en gestión, en inversión, en empleo, en políticas de desarrollo... En todo se puede medir y darle contenido a esa palabra "cambio" y gracias a esa responsabilidad de, por encima de esa discrepancia, situar el objetivo que queríamos conseguir.
Y la tercera cuestión, sin ninguna duda, es el mirar hacia el pueblo de Melilla y no mirar hacia las siglas. Eso nos diferencia mucho de lo que es el Partido Popular y el Partido Socialista. Por eso tenemos esa carta de presentación que es el localismo, entendido como localismo puro y duro. Nosotros primamos y nos llamamos partido localista; defendemos el interés del pueblo y proyectamos el interés y el horizonte del pueblo. En esta coalición hemos podido ver cómo no hemos tenido posibilidad de que esto sea una realidad.
Las encuestas le dan mayoría a CpM y le dan también el diputado. ¿Va a ser Aberchán el candidato al Congreso?
Yo voy a hacer todo lo posible por intentar que pudiera presentarme. Después la segunda parte corresponde al pueblo de Melilla. Por mi parte haré todo lo posible, obviamente, y además con eso estoy ilusionado.
Una última pregunta. Cuando lo ha tenido ahí, al alcance de la mano y no ha podido gobernar, a nivel personal, ¿se siente frustración?
Esto ya lo hemos discutido desde el primer día. Recuerden ustedes que cuando aún se podía, en tanto que el derecho lo permitía, la generosidad de CpM se impuso para favorecer una coalición. Después vino la sentencia y obviamente la disciplina del cumplimiento del derecho pues no introdujo ningún cambio más que la ejecución. En ese sentido, nosotros hemos mantenido una prudencia que quizás otros no la mantienen. Pero bueno, nosotros no siempre intentamos no solo parecer que estamos con la coherencia de servir al pueblo sino que la practicamos también.
Entonces, ¿dispuesto en 2023 a seguir en el Gobierno o formar Gobierno, quizás con otro tipo de coalición, poniendo otras condiciones?
Sí, nosotros tenemos el rumbo establecido, la brújula marcada y no debe sorprender a nadie en referencia a que lo que buscamos es servir al pueblo de Melilla, de la forma más noble, más honrada, en la línea de coherencia que hemos mantenido y eso se llama progreso y dar sentido al cambio de lo que venimos: de 20 años de un Gobierno que hemos definido como muy pernicioso para la ciudad de Melilla. Son muchos, muchos, muchos millones invertidos por el Gobierno anterior y no se puede decir que se ha hecho en una línea de buena gestión, sino todo lo contrario: un despilfarro terrible y eso no son palabras vacías. Se puede coger y hacer un análisis riguroso y objetivo de cuánto antes y cuánto ahora. Dando respuesta a esto, de forma seria, nos damos cuenta realmente de lo que es posible y de lo que era posible antes.
Aberchan al igual que Imbroda deben apartarse del panorama político y dejar paso a sabia nueva en sus respectivos partidos. Su discurso está caducado. Por el bien de Melilla, váyanse.
Melilla necesita otra clase de políticos que estén alejados de la crispación.
Por cierto, en la entrevista no le han preguntado sobre el vergonzoso impuesto revolucionario que está aplicando Correos en Melilla.Porque no nos aclara a los melillenses, que acuerdo han firmado con Hacienda y correos para sangrar a los ciudadanos en pro de llenar las arcas gubernativas. Aquí se demuestra una vez más,la inutilidad de su gobierno, que no ha sabido crear riqueza en la ciudad, y como buenos parásitos emplean tácticas injustas y fuera de la ley, para seguir justificando una gobernanza inmerecida. Dimita señor Aberchan, y déjese de querer acaparar elogios inmerecidos. Melilla requiere de políticos inteligentes, patriotas, y con capacidad de crear e innovar. No de hacer congeturas , de defender nuestra dependencia económica de Marruecos y proponer proyectos inútiles y descabellados. MARCHESE, y deje que un nuevo relevo tome cartas en nuestra política. A Melilla le hacen falta políticos que se encaren con el gobierno central, que reclamen inversiones en proyectos serios de inversiones tecnológica e industriales, que no miren a Marruecos como nuestro balón de oxígeno, y sobre todo que nos haga sentir a los melillenses Españoles ciudadanos de primera clase, y no extranjeros reconvertidos. Es ud. una mala influencia para la convivencia en nuestra ciudad, porque indirectamente su partido da la apariencia de querer discriminar y querer imponer valores religiosos y tradicionales de su propia etnia. Eso es peligroso, porque da pie a otras instituciones pro marroquies a quererse subir de tono y a creerse que están en su derecho de reclamar lo que más le interesa a sus propósitos. Recapacite Sr. Aberchan, en Melilla la convivencia de españoles sea cual sea su etnia o religión, nunca ha sido un inconveniente. El problema llega cuando por envidia, rencor o por fanatismo, alquilen quiere imponer ciertas tradiciones y cultura sobre las demás. Ahí es donde aparece la discordia y el odio. Por ello debemos de defender la igualdad en todos los aspectos,religioso y cultural, pero eso sí nunca el melillense debe de olvidad que su patria es ESPAÑA, y que su futuro está en apostar por el desarrollo económico de la ciudad, pero siempre mirando a Europa, y no nos dejarnos engañar por la hipocresía marroquí que como bien es sabido solo espera el momento para darnos una buena puñalada. Nuestro futuro está en ESPAÑA, y nuestra expansión económica y social, la debemos buscar hacia Europa. Espero que recapacite y como sé que su ego no le hará dimitir, por lo menos cambie su mentalidad, y acérquese a una Melilla unida, prospera y ESPAÑOLA.
Vivo en la esperanza de que partidos incompetentes como Cpm y traidores a los valores y derechos de España como PSOE, no vuelvan a gobernar , al menos a nivel local .