Durante este pasado fin de semana tuvo lugar la 35 edición de la Semana del Libro en Melilla. Muchos ciudadanos pasearon durante estos días por las casetas dispuestas en la calle O'Donnell y acudieron a las actividades programadas. Aún así, algunos comerciantes de la ciudad señalaron que, aunque esos días las calles se llenaron de vida, no consiguieron las ventas que ellos esperaban.
Desde La Librería señalaron que los libros que más han vendido eran aquellos de los autores que habían participado en los encuentros literarios que habían tenido lugar en el centro de la ciudad. Entre los más vendidos se encontraban ‘Ojalá’ de Defreds y ‘Una historia ridícula’ de Luis Landero. Ambos eran las últimas obras de los escritores y firmaron los ejemplares durante la feria del libro melillense.
Aún así, en La Librería apuntaron que en este tipo de eventos las ventas siempre son inferiores porque no cuentan con la misma cantidad de libros que en la tienda. Las casetas que estaban dispuestas en la calle O’Donnell son un espacio muy reducido en comparación con la amplitud del local y, obviamente, el catálogo también se ve reducido.
A pesar de eso, durante el fin de semana el centro estuvo lleno de vida y la gente paseaba por las casetas y acudía a los encuentros literarios. Y eso que las altas temperaturas que estuvieron presentes durante esos días no eran las más idóneas para pasear entre los puestos de libros.
Fran Álvarez de La Librería comentó a El Faro que valora más la participación ciudadana, la presencia de los autores nacionales y locales y ver como el centro se llena de vida y que espera con muchas ganas la próxima edición de la Semana del Libro.
Por su parte, la tienda Elisia Discos también participó en esta trigésimaquinta edición de la feria del libro y además mantuvo abierto el establecimiento mientras tanto. Aún así, aseguraron que para ellos, por desgracia, el balance general ha sido más negativo que positivo.
Y es que las ventas han sido bastante bajas en comparación con la última Semana del Libro celebrada en 2019, antes de la pandemia. Para ellos el peor día fue el sábado, que coincidió con la feria del Outlet y fue cuando más subieron las temperaturas.
Desde Elisia ritican que la feria se anunció con poca antelación y se publicitó muy poco, en comparación con otros eventos culturales de la ciudad como la Semana de Cine. Muchos de sus clientes que se acercaron a la tienda durante esos días desconocían que en O’Donnell se estaba celebrando la Semana del Libro.
También apuntan que las fechas no acompañan. En estos días de junio, la gente de Melilla aprovecha para irse de vacaciones o a la playa.
Y es que aunque la Feria del Libro en Madrid se celebre también en estas fechas, la demanda y la alta población difiere mucho con la de la ciudad autónoma. Por este motivo, desde Elisia creen que adelantarla un poco y situar este evento literario en el mes de mayo o abril sería más acertado.
Otro punto contraproducente fue la feria del Outlet que se celebró el 18 de junio en la zona peatonal del centro de la ciudad, coincidiendo con la Semana del Libro. En Elisia consideran de mal gusto que ambas ferias se celebren el mismo día y en la misma zona. Aseguran que con esto lo único que se consigue es restarle importancia a la feria del libro y que los que acudan allí para dar un paseo por las casetas finalmente acaben desviándose para la Feria del Outlet y gasten su dinero allí.
Aún así, comentan que siempre están encantados de colaborar en la Semana del Libro y cuando se anunció no dudaron ni un segundo en participar en ella.
A pie de calle
La participación ciudana en esta edición de la feria del libro en Melilla ha sido bastante alta.
Muchas personas a pie de callase declaran lectores. Sin embargo, algunos de los que pudieron asistir a la Feria del Libro señalan que, efectivamente, no compraron nada.
Es el caso de X, quien recientemente ha releído las novelas de Agatha Christie y se considera un fan aférrimo. Durante el fin de semana estuvo paseando por los puestos de libros del centro de la ciudad y asistió a algunos de los encuentros literarios. Aún así, no compró nada. ¿Por qué? Según él, no había ninguno que le llamase la atención lo suficiente y ya tiene en su casa montañas de libros todavía por leer y no quiere seguir acumulando más.
Adolfo, por otro lado, es otro melillense que confiesa que le gusta leer, pero que no lo hace tanto como debería. También nos dice que se pasó por la Semana del Libro durante el sábado y se sorprendió de la cantidad de puestos que había.
Sin embargo, tampoco se decidió a comprar ninguno. No tiene tanta costumbre por leer. Entonces, ¿para qué comprarlo?
Los casos de aquellos que no pudieron ir son los que más abundan y los motivos son diversos.
Algunos como Rafael, aunque les gusta leer y visitar la feria, no pudieron porque coincidía con su trabajo y no tenían tiempo.
Adrián tampoco pudo pasarse por falta de tiempo, pero le hubiera gustado acercarse y poder ver los libros de poesía que había.
‘50 Sombras de Grey’ es la última novela que ha leído María del Carmen, comenta entre risas. Le hubiera gustado mucho asistir, pero ese fin de semana le pilló de viaje.
Lo mismo le ocurrió a Rocío. Es opositora y se pasa los días estudiando y sacar tiempo para hacer cualquier cosa se convierte en una tarea bastante difícil. Además, confiesa que ni siquiera se había enterado de que se celebraba la Semana del Libro durante esos días en Melilla, y lo achaca a la falta de publicidad. Sin embargo, sí que fue a la de Valladolid cuando estuvo de viaje.
Ambas opinan como la tienda de Elisia y piensan que la mejor opción sería adelantar la fecha en la que se celebra la feria a abril o mayo.
“Así no tendríamos tantas cosas que hacer, estaría todo más calmado y habría más tiempo”, comentó.
María del Carmen la secunda. “Lo mejor es que la adelanten. Así en época de estudio y demás habrá más gente aquí en Melilla y podrán ir más personas a la feria”, dijo.
La Semana del Libro
La 35 Semana del Libro se ha celebrado tras dos años de ausencia por la pandemia del coronavirus. Su inauguración el jueves 17 de junio contó con la presencia del joven escritor Defreds, que ofreció una charla a los presentes sobre su nuevo libro ‘Ojala’ y su trayectoria profesional.
Durante el fin de semana, Melilla contó con la presencia de reconocidos autores nacionales como Luis Landero o Antonio Orejudo. También hubo espacio para multitud de escritores locales, como Antonio Carmona, Rocío Delgado o Salah Mezían, que participaron en los encuentros literarios y presentaron sus libros y se los firmaron a los asistentes.
Además, dentro de esta edición, también hubo espacio para los más pequeños de la ciudad con un variado programa de actividades y talleres infantiles que fueron organizados por La casa del detalle para que disfrutaran todos los niños.