A las 11:00 horas de este miércoles, la Delegación del Gobierno en Melilla ha guardado un minuto de silencio en memoria de Maritza Helen Flores Villanueva, la mujer de 49 años asesinada el pasado lunes, 16 de junio, en La Coruña por su pareja. Un crimen que ha conmocionado a España y que suma una víctima más a la trágica lista de la violencia machista. El acto fue presidido por la delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh, quien ha ofrecido unas palabras cargadas de tristeza y compromiso institucional.
“Muy buenos días a todos y a todas. Como siempre, mi agradecimiento a los medios de comunicación y a las personas que nos acompañan aquí nuevamente para condenar este nuevo asesinato por violencia machista”, comenzó Moh. La delegada ha mostrado la “más rotunda condena” en nombre del Ministerio de Igualdad y de todas las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno de España, además de trasladar su “más sentido pésame a sus familiares y seres queridos”.
Con la muerte de Maritza Helen, ya son 14 las mujeres asesinadas en lo que va de 2025 por violencia de género. Además, 11 menores de edad han sido asesinados este año por la misma causa. Desde 2003, 1.308 mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas o exparejas, y desde 2013, 63 niños y niñas han perdido la vida a causa de la violencia ejercida contra sus madres. A esta tragedia se suman 480 menores huérfanos en toda España.
Moh ha recordado que “la violencia machista es estructural, basada en el desequilibrio de poder entre hombres y mujeres, en la desigualdad y en la discriminación sexista”. También ha denunciado con firmeza los discursos negacionistas. “A pesar de ellos, vamos a perseverar y avanzar hacia una sociedad más justa, igualitaria y libre de violencias machistas”.
Pero más allá de las cifras, hay nombres, historias y familias rotas. La historia de Maritza Helen resuena con especial dureza por la voz de su madre, Hilda Villanueva, desde Perú. En declaraciones recogidas por La Voz de Galicia, la madre de la víctima expresó entre lágrimas, “mi hija viajó por un futuro mejor y la acuchillaron sin compasión alguna”. Maritza había llegado a España hace un año y medio con la esperanza de mejorar su vida y la de sus cinco hijos, a los que ahora deja huérfanos.
El crimen ocurrió en el domicilio familiar de Maritza, en la calle San Isidoro, en el barrio de la Sagrada Familia de A Coruña. Su madre relató que Maritza le confesó que había contraído matrimonio, por lo civil y por la iglesia, con su pareja, el hombre que terminó arrebatándole la vida. “Se dio cuenta de con qué clase de hombre estaba: un delincuente”, denunció Hilda Villanueva, que ahora pide justicia “a los jueces, a los fiscales y al cónsul de Perú en España”.
La situación para la familia es desgarradora. Desde Perú, Hilda clama ayuda para poder repatriar el cuerpo de su hija. “Ella no tiene a nadie allá y yo no puedo viajar”, explicó. La comunidad peruana en Galicia ha manifestado su apoyo, lamentando que el hijo de Maritza, de 29 años, quien se trasladaba a España para reencontrarse con su madre, ahora tenga que ir a reconocer su cadáver.
El presunto asesino ha ingresado ya en prisión provisional. Mientras tanto, en Melilla, y en toda España, se alza el grito: no más violencia, no más asesinatos, no más mujeres como Maritza Helen. El minuto de silencio se ha convertido en un acto de duelo, pero también de lucha, memoria y exigencia de justicia.
Como ha concluido Sabrina Moh, “hoy nuevamente hacemos un llamamiento a las instituciones, a las administraciones y al conjunto de la sociedad para que sigamos manteniendo esta lucha desde la unidad y desde la firmeza. En memoria de Maritza Helen y de todas”.