La asociación de vecinos se llena de agua por quinta vez en cuatro meses, la undécima en un año.
No es que sean unos protestones. Es que su asociación se ha vuelto a inundar de agua. Las tuberías que rodean a la entidad de vecinos Minas del Rif se han roto por cuatro puntos diferentes. El viernes había tres fugas y ayer cuatro. La situación es “insostenible” para los miembros de la asociación, afirma su presidenta Luisa Requena, que pide “socorro” en voz alta y sin saber a quién va a llegar su grito. Ella asegura que la tubería es cosa de la Ciudad y el Ejecutivo local afirmó el viernes a El Faro que es la comunidad de vecinos la que se tiene que hacer cargo de los costes de esta avería. De hecho, el viceconsejero de Servicios Operativos, Francisco Villena, aclaró el viernes en este periódico que la la Ciudad estaba “socorriendo” a los inquilinos cada vez que se rompía esta tubería, pues envía a varios obreros para lo arreglen todo.
Hasta hace unos meses, la tubería se rompía por algún lado, pero al menos dejaba una media de ocho semanas entre avería y avería. Pero ahora, la situación se está complicando. Se ha roto cuatro veces en lo que va de año y con la de ayer son cinco. Así, reventó el viernes y ahora el sábado, por lo que no se termina ni de secar el cemento de las losas cuando ya se está saliendo el agua por otro lado, tal y como denuncia Requena.
El agua brota por el suelo cada vez de manera más frecuente y llegará el día, más pronto que tarde, que los operarios no puedan parchear más las tuberías y haya que cambiarla. Entonces, ¿qué pasará?, se pregunta la presidenta de Minas del Rif.
La comunidad de vecinos asevera que la tubería está en la calle. La rotura se produce siempre fuera del bloque y por eso afirman que es la Ciudad la que tiene que costear el arreglo y por lo tanto, la que debe hacer una obra y cambiar las tuberías por otras que no tengan 20 años.
Pero, si llega ese día en el que los operarios no puedan arreglar la tubería que ahora está causando estas inundaciones, ¿qué harán los vecinos? ¿Se quedarán sin agua durante días hasta que alguien haga esta obra? Éstas son las preocupaciones de los miembros de Minas del Rif. Son las reflexiones que tienen mientras que recogen el agua que ha vuelto a entrar en la asociación. Los muebles que se empaparon con la inundación del viernes no están secos cuando de nuevo el agua ha alcanzado un nivel de cinco centímetros en el interior de esta entidad.
Y no son los únicos afectados por la rotura de la tubería de agua. La comunidad de vecinos de al lado ha tenido que clausurar el ascensor. El agua salta el bordillo de la entrada y se cuela por el rellano del piso hasta llegar al ascensor. Para evitar que haya un cortocircuito o que se estropee definitivamente el ascensor, ayer tuvieron que desconectarlo. Los operarios volvieron a arreglar ayer las fugas de agua y pusieron las baldosas de nuevo sobre la tubería vieja. La pregunta ahora es ¿volverán hoy los vecinos de Minas del Rif a mojarse los tobillos recogiendo agua que se filtra por las paredes y la puerta principal?