Melilla tenía ganas de Miguel Poveda... y Miguel Poveda tenía ganas de Melilla. Ciudad y artista encontraron el momento para deleitarse mutuamente este fin de semana. La doble cita tuvo como escenario un Teatro Kursaal Fernando Arrabal entregado, con las entradas agotadas, que brinda por su octavo aniversario.
De celebración también está el cantaor, que conmemora sus primeros 30 años de carrera. Lo hace con ‘El tiempo pasa volando’, un doble CD que, además de incluir nuevos temas, sirve de homenaje a los más grandes nombres propios del flamenco.
Homenaje
Un repertorio que, explicó ayer Poveda, narra su punto de partida. Un trabajo que bebe de Manzanita, Los Chichos o Los Chunguitos, por poner tres ejemplos, “artistas que están un poco olvidados y denostados, con una carga quizás de prejuicio, como que son artistas de gasolinera”, advirtió el cantaor, que, entre concierto y concierto en Melilla, mantuvo un encuentro con los periodistas: “Para mí han sido influencias y gente muy grande. No me gustaría que desapareciesen, sino que estuvieran en la memoria de las nuevas generaciones”.
Cante tradicional
Y ahí están, en la voz y en la música de un Poveda que les llevará por toda España y que agota cada entrada que pone a la venta. Están, entre otras razones, porque son los artistas que le condujeron al cante tradicional flamenco, parte central del concierto de su actual gira, donde también canta a Federico García Lorca: “Es como un dios para mí; un referente en la cultura, en el arte, en la filosofía de vida; algo muy espiritual”, recordó ayer.
Siete años después
Poveda está emocionado y agradecido, siente el presente y vive dispuesto a disfrutar el momento actual. El futuro ya vendrá. “He estado durante unos años pensando cómo celebrar los 30”, confesó.
“Agradecemos su entrega y maravilloso espectáculo”, resumió, en nombre de la Ciudad, la consejera de Cultura, Fadela Mohatar.
Siete años después, Miguel Poveda volvió para deleitar al público melillense. “Espero que para la siguiente la espera no sea tan larga”, expresó. La admiración es mutua; el agradecimiento, también.