Melilla declara el nivel de alerta 1 de rabia tras la aparición de dos casos de rabia en la ciudad. Se ha hecho público este martes en el Boletín Oficial de Melilla (BOME), mediante la Orden 1254 del 19 de noviembre de la Consejería de Políticas Sociales Salud Pública y Bienestar Animal. La declaración de este estado de alerta se hace de conformidad con el Plan de Contingencias para el Control de la Rabia en Animales Domésticos en España y con el Reglamento de Sanidad Animal en la Ciudad de Melilla.
Se establece así el nivel de Alerta 1 por la presencia de un caso de rabia "con posibilidad de transmisión autóctona". Las medidas establecidas durarán un periodo de seis meses.
El primero de los casos diagnosticados es un perro asilvestrado que se encontraba en los Pinares de Rostrogordo y que fue capturado el 21 de septiembre por el Servicio de Recogida de animales "con sintomatología compatible y del cual se desconoce su origen". Según se expone en la Orden, "probablemente este animal pertenecía a una manada de perros asilvestrados, y que se encuentra habitualmente por aquella zona, pudiendo haber sido contagiado por algún otro animal carnívoro desconocido de pequeño tamaño procedente de Marruecos (zorro, gato, cachorro de perro u otras especies), que se haya podido introducir en la ciudad atravesando la valla por alguno de los aliviaderos o rejas más anchas que allí se localizan".
El segundo caso también es otro perro asilvestrado que se encontraba en la misma zona que al anterior animal infectado, por las inmediaciones del río Nano. Ambos casos fueron diagnosticados por PCR e Inmunofluorescencia indirecta en el Laboratorio Nacional de Referencia del Instituto de Salud Carlos III.
Por su situación geográfica, situada en el norte de África, Melilla se encuentra en una zona endémica de la enfermedad y las medidas que se toman al respecto son muy amplias e importantes, pero ante las circunstancias actuales desde la Unidad de Sanidad Animal y Zoonosis de la Dirección General de Salud Pública y Consumo han considerado importante reforzar estas medidas.
Al declararse le nivel 1 de alerta por caso de rabia con posibilidad de transmisión autóctona se establecen hasta 14 medidas:
La Ciudad Autónoma de Melilla se convierte en foco de Área geográfica de Restricción (AR) por lo que "cualquier animal agresor susceptible a la rabia que se encuentre dentro de de este área (a excepción de los identificados y vacunados correctamente) será considerado caso probable, y en cualquier caso deberá extremarse la vigilancia epidemiológica".
Se reforzarán la vigilancia y las medidas de control; por lo que "se comunicará a la empresa adjudicataria del servicio de recogida de residuos, la obligación de notificar a Sanidad Animal, de forma inmediata, la aparición de cualquier animal carnívoro silvestre o doméstico aparecido muerto dentro del área restringida". En este sentido, se tomarán muestras de todos los cuerpos encontrados, si su estado lo hace posible, para enviarlos al laboratorio nacional para su diagnóstico.
En este punto, también se establece que hay que evitar el contacto del ganado doméstico con cualquier carnívoro doméstico. Si hay sospechas, la Orden señala que hay que aislar al animal infectado; y en caso de mostrar sintomatología compatible, el animal deberá sacrificarse y analizarse contra la rabia animal.
Se reforzará el control de animales vagabundos o abandonados. Si no se localiza al propietario del animal en un plazo de 48 horas, el animal está sin identificar y es susceptible de someterse al protocolo de adopción, el animal debe ser sometido también a un periodo de observación de seis meses y después ser entregado en adopción, de acuerdo al Plan de Contingencias para la Rabia en España de 2013.
El punto 4 establece un control de perros asilvestrados y con ellos se procede a "la puesta en marcha urgente" de un Servicio de retirada de estos animales de cualquier zona de la ciudad, incluído el perímetro fronterizo. El 5 se refiere a gatos ferales y establece que no se puede alimentar a los animales en la vía pública y en espacios públicos porque provoca la proliferación incontrolada de los mismos.
"No se deberá interactuar con estos animales que se encuentran sin control sanitario ni vacunación ya que posiblemente puedan estar actuando como reservorios de la enfermedad", se expone en la Orden. Además, la Ciudad se compromete a estudiar poner en práctica en un plan de vacunación antirrábica masiva de gatos ferales, que además servirá como base de para el control e identificación de los animales, dentro del Plan de Prevención y Control de fauna a través del proyecto CES (Captura, Esterilización y Suelta).
Melilla hará un refuerzo de la vacunación antirrábica obligatoria de perros, gatos y hurones; así como de la identificación de los mismos. También incrementará el control de movimiento de los animales de compañía susceptibles con destino del territorio nacional, y para poder viajar será imprescindible un Pasaporte Sanitario on la identificación del microchip.
El punto 10 de la Orden expone que todos los propietarios de animales están obligados a portar al animal sujetos con correa, tanto en la vía pública como en el campo exterior. "Será obligatorio para el propietario/tenedor portar la documentación sanitaria (cartilla/pasaporte). Se evitará la interacción con otros animales domésticos o silvestres", exponen.
Asimismo, se procede al cierre cautelar de la playa de perros, durante esos seis meses; y también se incrementan las medidas de control sanitario en el parque canino, prohibiéndose la entrada a los animales que no estén con su documentación sanitaria en regla y se haya vacunado de la rabia.