La ponencia , que fue desarrollada en la Sala de Grados, fue llevada a cabo por el delegado del rector de la UGR en Melilla, Sebastián Sánchez Fernánde.
El delegado del rector de la UGR en Melilla, Sebastián Sánchez Fernández, fue el encargado, en la jornada de ayer de trasmitir a algunos ciudadanos que asistieron a la ponencia ‘Los Valores de la Tierra y su implicación educativa’, algunos de los aspectos más relevantes relacionados con este tema.
De esta forma, desde sus primeros años, la ‘Carta de la Tierra’ ha buscado promover un proceso de transformación, a través de la creación de un conciencia ciudadana global de responsabilidad universal, tal y como se afirma en un comunicado de prensa remitido por la Delegación del Centro de Iniciativas a la Cooperación y al Desarrollo (Cicode) de la Universidad de Granada en Melilla.
Este proceso se basaba en una extensa red colectiva internacional, diversa, descentralizada y voluntaria, que se ha ido formando en el transcurso de estos años.
La Carta de la Tierra no es, pues, algo cerrado y finalizado en el 2000, sino un punto de partida para esa iniciativa, cada día más viva y más abierta.
Esto es especialmente importante en estos tiempos de crisis ya que se están produciendo transformaciones intensas en lo económico, en lo financiero y en la energía, pero también en lo político, en lo social, en la educación, en las empresas, en la comunicación, en la forma de pensar y de vivir, en las ideas, en las actitudes, tal y como recoge el comunicado.
Posiblemente nunca llegue a restaurarse la situación anterior, ta y como recoge el comunicado de prensa.
Se ha dicho que ésta no es sólo es una crisis material o económico-financiera, sino una crisis del modelo de sociedad actual.
Así pues, esta situación reflejaría otra más profunda, una crisis de fundamentos, de los principios que han presidido la evolución humana durante los últimos siglos: el interés individual, la competición, el rendimiento financiero, el acaparamiento, la dominación o el despilfarro ecológico.
Entre los principios básicos de actuación se encuentran algunos como el del respeto y cuidado a la tierra, el cuidado de la comunidad de vida con entendimiento, compasión y amor o la construcción de sociedades democráticas que sean justas, participativas, sostenibles y pacíficas.
Asegurarse que los frutos y la belleza de la Tierra sean preservados para las generaciones presentes y futuras además de proteger y restaurar la integridad de los sistemas ecológicos de la Tierra con especial preocupación por la diversidad biológica y los procesos naturales que sustentan la vida, también son incluidos dentro de las máximas recopiladas por este documento que tiene la finalidad de salvaguardar los intereses de la Tierra.
El delegado del rector de la UGR en Melilla, Sebastián Sánchez Fernández, fue el encargado, en la jornada de ayer de trasmitir a algunos ciudadanos que asistieron a la ponencia ‘Los Valores de la Tierra y su implicación educativa’, algunos de los aspectos más relevantes relacionados con este tema.De esta forma, desde sus primeros años, la ‘Carta de la Tierra’ ha buscado promover un proceso de transformación, a través de la creación de un conciencia ciudadana global de responsabilidad universal, tal y como se afirma en un comunicado de prensa remitido por la Delegación del Centro de Iniciativas a la Cooperación y al Desarrollo (Cicode) de la Universidad de Granada en Melilla.Este proceso se basaba en una extensa red colectiva internacional, diversa, descentralizada y voluntaria, que se ha ido formando en el transcurso de estos años.La Carta de la Tierra no es, pues, algo cerrado y finalizado en el 2000, sino un punto de partida para esa iniciativa, cada día más viva y más abierta. Esto es especialmente importante en estos tiempos de crisis ya que se están produciendo transformaciones intensas en lo económico, en lo financiero y en la energía, pero también en lo político, en lo social, en la educación, en las empresas, en la comunicación, en la forma de pensar y de vivir, en las ideas, en las actitudes, tal y como recoge el comunicado. Posiblemente nunca llegue a restaurarse la situación anterior, ta y como recoge el comunicado de prensa.Se ha dicho que ésta no es sólo es una crisis material o económico-financiera, sino una crisis del modelo de sociedad actual. Así pues, esta situación reflejaría otra más profunda, una crisis de fundamentos, de los principios que han presidido la evolución humana durante los últimos siglos: el interés individual, la competición, el rendimiento financiero, el acaparamiento, la dominación o el despilfarro ecológico. Entre los principios básicos de actuación se encuentran algunos como el del respeto y cuidado a la tierra, el cuidado de la comunidad de vida con entendimiento, compasión y amor o la construcción de sociedades democráticas que sean justas, participativas, sostenibles y pacíficas.Asegurarse que los frutos y la belleza de la Tierra sean preservados para las generaciones presentes y futuras además de proteger y restaurar la integridad de los sistemas ecológicos de la Tierra con especial preocupación por la diversidad biológica y los procesos naturales que sustentan la vida, también son incluidos dentro de las máximas recopiladas por este documento que tiene la finalidad de salvaguardar los intereses de la Tierra.