Las jornadas ofrecidas para los jóvenes que están a punto de finalizar sus estudios en esta rama sanitaria finalizaron ayer con una mesa redonda tras tres días de conferencias.
Las III Jornadas de Salidas Profesionales organizadas por la Facultad de Enfermería del Campus de Melilla finalizaron ayer con una mesa redonda en la que se analizaron otros posibles caminos para los jóvenes que este año finalizan sus estudios de esta rama sanitaria. Así, se contó con la presencia de un enfermero que está desarrollando su trabajo en el Centro Penitenciario, Carlos de la Cámara; otro que trabaja en las Fuerzas Armadas, José Luis Pichoto Urbano; y con un profesional sanitario de esta rama que ejerce la Enfermería en el Cuerpo Nacional de Policía, Víctor Muñoz Mellado.
El objetivo de estas jornadas ha sido ofrecer información a los jóvenes que finalizan este año su carrera con la meta de que no sólo vean la asistencia sanitaria como única vía laboral, sino que conozcan las especialidades de esta profesión, en el caso de que deseen continuar con su formación, y otros caminos como la Enfermería del Trabajo.
Enfermería en el Ejército
El capitán y cuerpo militar de sanidad de la escala de oficiales de enfermeros, José Luis Pichoto Urbano, indicó que su profesión también se puede desarrollar en los acuartelamiento y las bases de las Fuerzas Armadas de España.
El ingreso en la escala de oficiales de enfermeros es un concurso oposición, por lo que los interesados en este camino de la Enfermería deben presentar como concurso todos los méritos de los que dispongan, como su perfil lingüístico, y luego realizar la oposición, que tiene una serie de fases como un cuestionario con un conjunto de preguntas, un tema práctico a desarrollar, pruebas psicológicas, reconocimiento físico y pruebas físicas. Todas son eliminatorias y al superarlas, los candidatos son citados para iniciar la formación militar.
En este sentido, Pichoto informó de que esta formación específica es un curso académico completo, durante el que pasan por las tres academias y luego son destinados a la Academia de Sanidad Militar como alférez, desde donde se les marca un destino.
Este año sólo se convocan cuatro plazas de ingreso directo cuando años anteriores eran cerca de 50, según comentó.
Las funciones
“El enfermero militar tiene ante todo la misión de cuidar la salud y esta misión va enfocada en dos campos fundamentalmente, como son el asistencial dentro de una unidad de los tres ejércitos hacia el personal militar que está destinado allí; y en segundo lugar, tiene una función logístico-operativa, que es atender al personal militar en los planes generales de instrucción que tengan las unidades, como tiros, maniobras, marchas y a parte, las misiones internacionales”, describió Pichoto.
Por último, destacó de su profesión que se deben tener ganas para desarrollarla, pues nunca tienen un destino para toda la vida al estar la demanda de su trabajo en consonancia con las necesidades que se planteen desde Defensa.
Enfermero en el Cuerpo Nacional de Policía
El enfermero del Cuerpo Nacional de Policía, Víctor Muñoz Mellado, indicó que la primera función que desarrolla en su trabajo es la que cumple con los objetivos de la formación de los primeros servicios sanitarios del CNP, es decir, el control del absentismo, esto es, de las personas que están de baja.
No obstante, estos profesionales de la salud también hacen una atención directa de las personas que trabajan en las comisarías y aquéllos que pasan por estas dependencias por diversas causas. Otro de sus cometidos es un programa de medicina preventiva, que se pone en marcha, por ejemplo, para las personas que van a diferentes consulados y se les asesora de las diferentes vacunaciones que deben llevar y cumplir.
Colaborar con los Servicios Sanitarios Centrales de Madrid, como en el tribunal de acceso al Cuerpo o atender en los distintos vuelos de repatriación de inmigrantes o traslado son otras de sus funciones.
Así, Muñoz indicó que desde que entró en el Cuerpo se llevó muy buenas satisfacciones al igual que cuando estuvo trabajando de enfermero durante tres años en un centro sanitario.
En su caso, accedió de forma interna y desde hace tres ejerce como enfermero en los Servicios Sanitarios.
“En poco se diferencia el trabajo del enfermero al del servicio sanitario en el que estoy ahora, pues es básicamente aplicar el sentido común, ser buena persona, y ayudar a los compañeros o personas que tienen una patología y que en el CNP necesitan ayuda. La máxima de la enfermería es cuidar y el CNP es ayudar, por lo que son paralelas”, explicó Muñoz.
Por otro lado, informó de que las plazas para estos puestos dependen de las necesidades y que en los últimos tiempos se han reducido, aunque en el caso de Melilla, se ha incorporado a la unidad sanitaria de forma reciente una compañera de su misma formación.
Ser enfermero en las Instituciones Penitenciarias
El enfermero de Instituciones Penitenciarias Carlos de la Cámara Jiménez indicó que las funciones que tiene este especialista de la sanidad en este ámbito son el seguimiento de los pacientes crónicos, como los diabéticos; las enfermedades infecto-contagiosas; las analíticas y vacunaciones; y en los últimos años la educación sanitaria y la formación de mediadores de salud, que son internos que imparten los conocimientos en salud en función de la problemática del centro, como sobre la drogadicción.
De la Cámara indicó que entró por casualidad en el Centro Penitenciario y que le gustó desarrollar su profesión en esta entidad.
Así, puntualizó que aunque a algunas personas les pueda echar para atrás trabajar en una cárcel, la atención sanitaria es igual que la que se puede hacer en un centro sanitario.
Aunque este año las plazas ofertadas para este trabajo se han reducido, se accede a través de un concurso oposición, en el que hay que realizar un examen, otro con temas a desarrollar, un supuesto práctico, y una vez aprobada estas fases se pasaría a ser funcionariado en prácticas. Tras superar esos meses de trabajo se pasaría a ser funcionario de carrera y se elegiría el destino.