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Afadim Melilla pone en marcha el proyecto ‘Ceoar’, una iniciativa de empleo remunerado destinada a personas con discapacidad
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La asociación estima que el programa dará inicio en unas dos semanas
La Asociación de Familiares y Amigos de Discapacitados de Melilla (Afadim) trabaja por la integración de colectivos que, por sus diferentes minusvalías, se enfrentan a un mayor número de trabas a la hora de encontrar un trabajo. Por este motivo, la agrupación ha puesto en marcha un proyecto que ha denominado ‘Ceoar’, acrónimo de centro especial de ocio y actividades remuneradas, cuyo fin, según la propia organización, es la introducción en el mundo laboral de este tipo de personas. Así lo explica a El Faro Miguel Carretero, presidente de la misma, quien, vía telefónica, hace un especial llamamiento a los familiares de los discapacitados “para que se interesen por este tipo de iniciativas”.
El proyecto ‘Ceoar’
El objetivo de ‘Ceoar’, en definitiva, es, según las propias palabras del máximo responsable de Afadim, “proporcionar empleo y ayudar”. En un momento posterior de la entrevista, además, añade que “la creación de empleo también genera economía”, aunque subraya que el lucro, en esta ocasión, se dirige a la ayuda de personas con discapacidad y a la financiación de futuros proyectos de naturaleza y finalidad similar al que ahora comienza.
Respecto a éste, su esencia es muy sencilla. Carretero lo define en pocas palabras como “un curso de iniciación al empleo”. Los inscritos en este programa, así pues, trabajarían diariamente en la confección de una serie de complementos como pulseras o llaveros (en la foto que acompaña el presente reportaje, pueden verse algunos de los modelos propuestos por la asociación) para su posterior venta en Melilla y, según las previsiones más optimistas de Afadim, en otros puntos de la geografía española.
Los participantes, promete Carretero, verían premiada su labor con una remuneración económica. El proyecto, asegura, se sufragaría pues a través de la comercialización de las piezas diseñadas por los discapacitados y, en su fase inicial, también de las propias colaboraciones de los familiares. En este sentido, el presidente de Afadim señala que, por el momento, carecen de subvención alguna. “Al ser nueva la asociación, apoyos hay pocos”, asegura a El Faro.
“La cuestión es que ellos se sientan realizados y conozcan qué es el empleo. Hay, por ejemplo, un chico de veintitantos años que tiene síndrome de Down y está haciendo dibujitos como si fuera un niño de cuatro. Yo hablo con los padres de algunos de ellos y me dicen ‘¿Cómo va a trabajar mi hijo haciendo estas cosas?’. En Melilla faltan iniciativas como ésta, por eso pusimos en marcha el proyecto”, comenta Miguel Carretero.
No hay aún fecha definida para el inicio de ‘Ceoar’, aunque los cálculos de la asociación vaticinan que no debería demorarse más de dos semanas. Su duración tampoco es fija. “Serán dos meses o tres, no creo que dure más”, afirma Carretero a este respecto. Y lo mismo sucede con las unidades a producir y, por ende, vender en los primeros meses del proyecto. “Tantas como el mercado nos permita”, matiza el dirigente de Afadim, quien, eso sí, siempre habla de cifras acabadas en ‘mil’.
Meses paralizados
Afadim nació hace varios meses con un equipo de ocho personas (discapacitados o familiares), si bien, por el momento, no ha desarrollado por completo ninguna actividad como la que ahora pone en marcha. En dicho período, en cambio, la asociación se ha movido paulatinamente en redes sociales para darse a conocer, aunque sin llegar a definir hasta la fecha proyectos en pos de la ayuda a los discapacitados y sus familiares.
Carretero explica este hecho apoyándose en las “dificultades” que han encontrado a lo largo del camino “por tratarse de una asociación nueva”. El presidente de Afadim, de igual modo, dice “tener la sensación de que hay sectores a los que no les interesa que esto siga adelante”.
Cabe reseñar, en última instancia, que el propósito de la asociación pasa por llevar a cabo más proyectos como el citado ‘Ceoar’. Entre las diferentes posibilidades a este respecto, sin embargo, Carretero únicamente cita un taller de jardinería y declina hacer mención a las demás “por no darle demasiada publicidad antes de tiempo”.