Melilla tuvo una temporada media durante la primavera -que, en términos meteorológicos, comprende los meses de marzo, abril y mayo- de 18,5 grados, lo que supone una anomalía de +1,1 grados sobre la media, por lo que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) la cataloga como “extremadamente cálida”, el rango más alto de esta clasificación.
La primavera de 2025 ocupó el quinto lugar de las primaveras más cálidas de Melilla dese 1961, año en que comenzaron los registros. Las primeras -1965 y 1961- corresponden a la década de los 60 y luego ya vienen tres recientes como son 2023, 2024 y 2025, y a las que siguen 1966 y 2020.
El delegado territorial de la Aemet en Málaga, Juan de Dios del Pino, ha mostrado su sorpresa por haber encontrado esos registros tan altos en la década de los 60, “comparables a los de esta década, que están siendo todas también muy cálidas”.
En precipitaciones, se recogieron 99,9 milímetros, o, lo que es lo mismo, un 117 por ciento sobre la media, lo que convirtió la pasada primavera en la vigésimo sexta más húmeda desde que se tienen registros.
Mayo
En línea con lo que sucedió durante la estación están los registros del mes de mayo, con 20,8 grados de media y también 1,1 grados por encima de lo habitual. Considerado por la Aemet como un mes “muy cálido”, el de mayo fue el séptimo más caluroso desde 1961. También aquí se mezclan las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado con la actual. Los años 1971, 1965, 1966, 1977, 2019, 2020, 2025, 2015, 2023, 2022 y 2024 se encuentran a la cabeza de los meses de mayo más cálidos.
Del Pino ha asegurado que también le ha sorprendido que los meses de mayo de las décadas de los 60 y 70 fueron muy calurosos en Melilla.
La precipitación fue de 18,7 milímetros, el 121 por ciento de lo que suele llover en el mes de mayo, por lo que, en el puesto 21 de la tabla, se considera “húmedo”.
Verano
Con vistas a los meses de junio, julio y agosto -que es la época que la Aemet considera verano-, Del Pino ha adelantado de que existen un 70 por ciento de posibilidades de que sean más cálidos de lo normal, un 20 por ciento de que sean normales y un 10 por ciento de que sean más fríos de lo normal. Una probabilidad, esta última, “baja”, admite.
El delegado territorial de la Aemet no se ha aventurado, sin embargo, a dar un pronóstico sobre las lluvias, teniendo en cuenta que, como, en general, los veranos no son lluviosos, cuesta más trabajo dar una aproximación más o menos exacta.