Las calles de Melilla estaban vacías este domingo. En las terrazas de los bares y heladerías era fácil encontrar una mesa porque casi todas estaban libres. Las pocas personas que habían en la calle se dirigían a la playa caminando por las sombras de los edificios. El Faro ha salido a la calle para comprobar cómo han sobrevivido los melillenses a las altas temperaturas de estos días.
El calor no ha dado tregua este fin de semana en Melilla y muchos ciudadanos han pasado las noches como han podido. Hoy domingo por la tarde, las calles de la ciudad estaban desiertas.
Un termómetro de la Avenida Juan Carlos I marcaba 32 grados y las temperaturas no harán otra cosa que subir, según pronostica la Agencia Estatal de Metereología. Ante estas temperaturas, a los melillenses les ha costado conciliar el sueño este fin de semana.
Muchos han tenido que pasar la noche sin aire y sin ventilador, unos porque no tenían y otros aun teniéndolo, no han podido encenderlo durante toda la noche por los elevados precios de la electricidad. Es lo que han explicado a El Faro Óscar y Cristina, dos melillenses que pasaban por la avenida después de haber estado en la playa.
"Pasamos la noche mal, sudando", confesó esta pareja. En su casa tienen aire acondicionado pero no pueden tenerlo encendido durante todo el día, así que por las noches activan el ventilador. Tanto calor pasaron que les fue imposible dormir del tirón durante toda la noche. "No se movía nada Cristina", confesó con ironía Óscar. Con tanto calor fueron varias las veces que se desvelaron durante la noche.
En un día de calor como el de hoy, la playa se convierte en un refugio para refrescarse. Lo malo es que muchos melillenses han pensado lo mismo y las playas están llenas, tal y como explicaron Óscar y Cristina. Ellos han tenido que irse de la playa porque, como contaron a este diario, no quedaban sombrillas de las que hay instaladas en la playa y no tienen una propia. Así que al sol era imposible estar, comentaron.
"Cada vez viene más gente y no se puede estar", dijeron estos melillenses. A pesar de que la playa es un lugar más fresco que la ciudad, tampoco era la mejor opción hoy, así que esta pareja optó por ir a tomarse algo fresquito a la terraza de un bar.
No habría sido un problema, si las mayoría de los bares de Melilla hubieran estado abiertos. En la zona cercana a la avenida, varios establecimientos estaban cerrados y en la calle las pocas personas que había llevaban el kit completo de playa: la silla, la nevera, la sombrilla y el bolso.
A pesar de que algunos locales comerciales han cambiado su horario habitual y han permanecido abiertos hoy domingo, por la llegada del crucero a la ciudad, no había un alma en las tiendas.
En una de las zonas, donde hay varios bares y heladerías, las pocas personas que estaban consumiendo lo hacían en las únicas sillas que se encontraban en la sombra. A pesar del calor, en una heladería había hueco de sobra a las cinco y media de la tarde para sentarse, y en otra cercana, todos las mesas estaban libres.
Carmen y Pedro, dos melillenses que han salido a disfrutar de un helado, estaban solos en una terraza. No han tenido problema en encontrar un hueco porque estaba vacía. Esta pareja contó a El Faro que las noches de este fin de semana las han pasado trabajando. Así que por un lado se sienten afortunados, de que a pesar de haberles tocado trabajar de noche, han podido pasar estas noches de calor en un lugar con aire acondicionado.
Otro melillense que, en cambio, sí ha conseguido dormir esta noche es Esteban. Su truco fue poner el ventilador en movimiento para que oscilase de un lado a otro. Para él, si se queda fijo se calienta el aire y se pasa más calor.
"Se aguanta", confesó Esteban. Él se suele despertar por las noches pero no fue por el calor. Tampoco se ha quedado hoy en casa para comprobar si pasaba calor. Este melillense explicó a este diario que lleva desde las doce de la mañana en un banco en la calle tomando algo fresquito.
"Ha pasado gente pero ha habido momentos en que he girado la cabeza y estaba solo", comentó Esteban. Él ha podido ser testigo de las pocas personas que han paseado hoy por las calles de la ciudad y asegura que "Melilla está muerta". Aunque hoy ha atracado en la ciudad un crucero, este hombre ha confesado que "he visto pocos guiris".
Los que sí ha podido ver por la calle iban en la COA haciendo una visita panorámica de la ciudad, explicó este melillense. "Estarán dentro con el aire", comentó. Este melillense entiende que con las altas temperaturas de hoy, nadie quiera estar bajo el sol y la humedad de Melilla.
Quien sorprendentemente ha pasado bien el fin de semana ha sido María. Esta melillense confesó a El Faro que ella nació en la ciudad y lleva toda la vida aquí. "Estoy acostumbrada al calor y además soy más vieja", explicó María.