La Patrulla de Tiro del Tercio Gran Capitán I de la Legión, en representación de la Comandancia General de Melilla (Comgemel), se ha alzado con el primer puesto en el XLVII Campeonato Nacional Militar de Patrullas de Tiro del Ejército de Tierra, celebrado en la Base “Conde de Gazola” (León), los pasados días 4 y 5 de junio.
Una competición que puso a prueba la resistencia, precisión y temple de los participantes en una exigente disciplina militar que combina carrera contrarreloj y tiro de alta precisión.
Durante el campeonato, los equipos recorrieron 10 kilómetros con equipamiento completo, culminando con una intensa fase de disparo cronometrada tras una carrera de 200 metros. La patrulla melillense destacó por su coordinación, esfuerzo y precisión; lo que le valió la victoria frente a destacadas unidades como las Comandancias de Baleares y Ceuta, que completaron el podio.
Este triunfo no solo refleja la excelente preparación del Tercio Gran Capitán I de La Legión, sino también el espíritu de compañerismo y superación que define a las Fuerzas Armadas de nuestro país.
Por todo ello, desde la Comandancia General de Melilla han querido agradecer el apoyo recibido y la impecable organización del evento.
Campeonato
El Campeonato Nacional Militar de Tiro del Ejército de Tierra es una competición anual que se centra en pruebas de tiro deportivo. En ediciones anteriores, el campeonato ha incluido diferentes modalidades de tiro y ha sido organizado por diversas unidades del Ejército de Tierra. El campeonato no sólo busca la excelencia deportiva, sino también fomentar la camaradería y el espíritu de equipo entre los participantes.
Organizado anualmente por el Ejército de Tierra, este campeonato reúne a patrullas procedentes de diversas unidades procedentes de todo el territorio nacional, las cuales deben enfrentarse a un recorrido táctico que incluye marchas sobre el terreno, pruebas de tiro con armamento reglamentario en diferentes situaciones y condiciones, ejercicios de orientación y trabajo en equipo. Las patrullas deben demostrar no sólo su precisión y dominio del armamento, sino también su capacidad de liderazgo, resistencia física y toma de decisiones bajo presión.
La competición se desarrolla en un entorno que simula condiciones operativas reales, fomentando así la preparación integral de los militares y la mejora constante de las capacidades individuales y colectivas. Además, contribuye a reforzar valores esenciales como el espíritu de sacrificio, la disciplina, la camaradería y el sentido del deber.
Este deporte militar requiere de un gran esfuerzo de preparación, tanto física como de técnica de tiro, ya que tanto el recorrido de 10 km con uniforme de instrucción como el tiro en condiciones de intenso esfuerzo previo son muy demandantes.