Desde que se decretó el cierre de la frontera con Marruecos en marzo de 2020, oficialmente debido a la crisis del covid-19, habían pasado más de dos años y el 17 de mayo de 2022 se reabrió la frontera de Beni Enzar. Entre las 0:00 horas y las 7:00 horas, transitaron por ella 275 vehículos y 752 personas. De ellos, 148 vehículos y 432 personas cruzaron a Marruecos y 127 vehículos y 320 personas entraron en la ciudad autónoma.
En la mayoría de los casos, estos ciudadanos habían pasado esos más de dos años sin ver a sus seres queridos al otro lado de la valla, o sin visitar sus lugares más cercanos. La felicidad se desató con gestos de alegría evidentes. Así se entiende que la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, calificara como “histórico y emotivo” un momento que permitió restablecer las relaciones más cercanas con un país con el que Melilla tiene importantes lazos culturales o económicos.
“Hemos sufrido la peor pandemia de la historia reciente. El covid-19 no sólo trajo grandes efectos negativos sobre la economía y las relaciones personales, sino también sobre la movilidad”, recordó Moh en declaraciones a El Faro.
Pese a todo, no ha resultado fácil este año. Ya nada es como antes, cuando en apenas diez minutos, por una cola aparte en la que bastaba con enseñar el permiso de residencia en Melilla o Nador, los ciudadanos de ambas provincias habían cruzado y se encontraban al otro lado.
Al principio, las quejas fueron múltiples y constantes, tanto por diversos sectores públicos que no estaban de acuerdo con la nueva reglamentación como por parte de numerosos ciudadanos que, a nivel particular, expresaban su desencanto por la calle y algunos de ellos también en los medios de comunicación.
Parece ser que los tiempos, aunque no lleguen a ser como los de antes, se han reducido, o, al menos, no se escucha hablar tanto de ello. También es cierto que, aunque pueda haber momentos con grandes picos de tránsito, como la fiesta del Aid el Kebr o durante el Ramadán, las avalanchas de gente intentando pasar de un lado al otro de la frontera ya no son tan grandes, si acaso los fines de semana, que es cuando se complica más la cosa.
Mientras tanto, ya se está llevando a cabo la implementación del sistema de entradas y salidas automatizado Entry/Exit System que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, anunció que estaría funcionando este año.
El sistema, que, mediante la automatización del control de viajeros, pretende aumentar la eficacia y seguridad de los controles fronterizos, permitirá evitar el paso de personas que no cumplan las condiciones de entrada o contribuir a la prevención, detección e investigación de delitos relacionados con el terrorismo.
Este miércoles, cuando se cumple un año de la reapertura de la frontera, la máxima representante del Gobierno en la ciudad autónoma cree que ha resultado “positiva” para Melilla, si bien ha reconocido que hay que seguir trabajando en mejorar los tiempos de cruce.
A la espera de la aduana
Lo que sí han desaparecido, tal como ya había advertido el Gobierno, son las imágenes de los porteadores cargados y comprando y vendiendo productos de un lado al otro de la frontera sin ningún control aparente.
Es más, el régimen de viajeros es algo que también ha sido muy criticado, especialmente desde el lado español, con la frase, que ya hecho camino, de ‘ni un danone’ a Marruecos.
Efectivamente, los controles, especialmente en el lado marroquí, son muy estrictos y, por ahora, tampoco se ha reabierto la aduana comercial, que lleva clausurada desde 2018. Ello es así pese a que se esperaba que en la Reunión de Alto Nivel (RAN) entre España y Marruecos celebrada los días 1 y 2 de febrero de 2023, después de años sin celebrarse, se hablaba de la plena normalización de la circulación tanto de personas como de mercancías en ambos sentidos.
Hasta el momento, tan sólo se han realizado dos expediciones comerciales durante los meses de enero y febrero –una antes de la RAN y otra después-, pero desde el Gobierno central se afirma que se está trabajando para su reapertura en coordinación con Marruecos para hacer de ella no sólo una aduana regional, sino una aduana comercial propiamente dicha entre dos países, uno de los cuales pertenece a la Unión Europea.
Solamente que nuestro gobierno lanzara el rumor de que se iba a estudiar mejor control en la aduana peninsular para la operación paso del estrecho a Melilla, Ceuta,Tanger, Casbalanca, etc, sin duda haría que Marruecos agilizara la solución comercial de nuestra Aduana. Pero igual nuestro gobierno no puede presionar por alguna causa y no le queda mas que aceptar en silencio lo que está pasando a pesar de las millonadas que recibe Marruecos de España.
Y lo que está pasando sería imposible en otro sitio, pero aquí, en España, ya ves la de cosas que pasan interna y externamente y los españoles ya lo encontramos todo aceptable. Mal asunto