La firma del protocolo que la Ciudad Autónoma firmó el lunes con la Junta de Andalucía ha sido, sin duda, la gran noticia de la semana, no solo por la importancia del acuerdo en sí mismo sino por las muchas reacciones que motivó entre los grupos de la oposición al PP en la Asamblea melillense. Este marco general que establece los principios de la colaboración entre Melilla y la comunidad andaluza se formalizó en el Palacio de San Telmo de Sevilla por los presidentes de ambas autonomías: Juan Manuel Moreno y Juan José Imbroda. Como dato anecdótico se puede añadir que al acto también debió asistir el presidente ceutí, Juan Jesús Vivas, pero le fue imposible llegar a la capital hispalense por los cortes de carretera propiciados por las protestas de agricultores y ganaderos españoles.
Moreno e Imbroda resaltaron los lazos históricos e incluso familiares que han existido siempre entre andaluces y melillenses, defendieron la validez de este marco de cooperación entre ambos territorios y subrayaron que se trata del inicio de un trabajo que ahora debe desarrollarse en convenios sectoriales, que se extenderán a lo largo de los cuatro años que dura la legislatura.
No obstante, el primero de todos ellos se firmará el próximo 6 de marzo en nuestra ciudad con la presencia de los presidentes de las autoridades portuarias de los ocho grandes puertos de interés público de Andalucía. Mediante ese convenio, Melilla entrará a formar parte del club Suncruise Andalucía que supone, principalmente, estar en todas las ferias y promociones de cruceros para las costas mediterráneas de la región, tal y como explicó al respecto Manuel Ángel Quevedo, máximo responsable del organismo portuario local.
Pero la oposición tiene una imagen muy distinta de ese protocolo y esos acuerdos. Todos al unísono, desde CpM a Somos Melilla pasando por el PSOE y Vox, criticaron duramente el hecho de que no se les haya dado a conocer el contenido del protocolo e incluso vaticinaron que se quedará en papel mojado, al tiempo que acusaron al Gobierno de actuar a sus espaldas.
Para el PP y para el propio Juan José Imbroda, la reacción de los grupos opositores no era más que una "rabieta" después de comprobar el "éxito" cosechado por el Gobierno con esta iniciativa, que ya se intentó en 2019 pero que se "guardó en un cajón" hasta ser de nuevo rescatada por el PP, tal y como había comprometido en su programa electoral.
La semana ya tenido otras noticias que han sido grandes protagonistas de la actualidad. Por ejemplo, la celebración del Día de los Enamorados y la constatación de que las rosas rojas siguen siendo las reina de los regalos cada 14 de febrero. Una fecha que este año, además, ha coincidido con el Miércoles de Ceniza, que da inicio a la Cuaresma, un tiempo de recogimiento y reflexión para los cristianos que culminará con la Semana Santa a finales del próximo mes de marzo.
Y el agua ha tenido un gran protagonismo. O mejor dicho, la falta de ella. La semana pasada hubo una avería en García Cabrelles que provocó la interrupción del suministro a una gran parte de la ciudad. El consejero de Medio Ambiente, José Ronda, anunció que se aprovecharía el parón técnico de la desaladora los días 13 y 14 de este mes de febrero para proceder a la reparación de la rotura. Pues resulta que solo 24 horas después de arreglarse, una excavadora se llevó por delante otra tubería en el mismo sitio de García Cabrelles y esa circunstancia motivo la ira del consejero.
Éste, en rueda de prensa, advirtió a las empresas con fuertes sanciones si volvían a romper una tubería por negligencia en su trabajo en las calles y aclaró que se trabajaría sin descanso para arreglar cuanto antes el estropicio. Así fue, este viernes, a las tres de la madrugada, quedaba solventado el problema gracias a la labor de 25 operarios y un buen número de máquinas.
No se puede cerrar este resumen de la semana sin citar la rueda de prensa que ofreció el consejero de Innovación Tecnológica, Miguel Marín, para dar a conocer los presupuestos de su área, que estarán en 5,3 millones de euros para 2024. Marín anunció, por último, la promoción a partir de ahora de la marca "Melilla destino de inversión" sobre todas las ventajas fiscales y económicas que ofrece nuestra ciudad a las empresas de base tecnológica que3 quieran implantarse en esta tierra.
Valiente mamarrachada.