La Escuela de Flamenco de Melilla vuelve a sacar su arte a la calle con una actuación que tuvo lugar anoche, a partir de las 21.00 horas, en pleno centro de la ciudad. El evento, titulado Flamenco en el centro de la ciudad, se celebró en el cruce de la calles Chacel y O'Donnell y contó con la participación de alumnos de distintas disciplinas flamencas como el cante, la guitarra, el cajón y la percusión.
Esta iniciativa forma parte del calendario habitual de actividades que la escuela organiza para fomentar el contacto del alumnado con el público, sacando la música más allá de las aulas y compartiéndola directamente con los vecinos. “Los alumnos interpretan sus temas: hay guitarristas, percusionistas al cajón y cantaores. Es una actividad muy buena que permite que ellos muestren lo que aprenden en clase”, señala José Heredia, director del centro.
La elección del lugar no es casual: el centro de Melilla se convierte en un escenario abierto y dinámico, donde los viandantes, clientes de bares y comercios, y curiosos pueden disfrutar del flamenco de forma gratuita y espontánea. Según explica Heredia, se trata de una forma de acercar este arte al día a día de la ciudad, permitiendo al mismo tiempo a los estudiantes desarrollar su confianza y experiencia ante el público.
“Queremos que la gente disfrute mientras toma un café o una cerveza. Y que nuestros alumnos tengan la oportunidad de interpretar lo que van aprendiendo en un entorno real, con público de verdad, fuera del aula”, explica el responsable de la escuela.
Además de su presencia en espacios públicos, la Escuela de Flamenco mantiene un firme compromiso con los centros de mayores de la ciudad. A lo largo del año, organiza actuaciones en residencias y asociaciones coincidiendo con fechas señaladas como la Feria, el Día de la Madre o las Cruces de Mayo, entre otras. Estas actividades, ya consolidadas en el calendario cultural de Melilla, son especialmente valoradas por los residentes y usuarios de estos centros.
Heredia destaca el impacto positivo que tienen estas visitas en la vida de las personas mayores: “Siempre nos reciben con mucho cariño. Es un placer para nosotros llevarles alegría con nuestra música y ver cómo disfrutan de las rumbas y sevillanas. Para nuestros alumnos también es muy enriquecedor poder compartir su arte con quienes tanto lo valoran”.
Este enfoque social convierte a la Escuela de Flamenco no solo en un centro de enseñanza artística, sino también en un agente cultural que promueve el bienestar emocional y la inclusión. La interacción con los mayores ofrece a los jóvenes una oportunidad única para entender el poder transformador de la música y el valor de compartirla con los demás.
Anoche la Escuela de Flamenco tuvo un importante éxito de público, como en anteriores ediciones, quienes pudieron disfrutar de un repertorio variado con piezas tradicionales del flamenco popular. El entusiasmo del alumnado, sumado al ambiente festivo de la calle, promete una velada cargada de ritmo, emociones y cercanía.
La Escuela de Flamenco de Melilla, bajo la dirección de José Heredia, se ha consolidado en los últimos años como un referente local no solo por la calidad de su enseñanza, sino por su capacidad para dinamizar la vida cultural de la ciudad y conectar generaciones a través de la música. Iniciativas como esta actuación en el centro y su labor con los mayores refuerzan su papel como motor artístico y social en la ciudad autónoma.