La Semana Santa 2025 está a punto de comenzar y desde la Ciudad Autónoma se ha querido mostrar su cercanía con la comunidad cristiana de Melilla, poco antes del comienzo de esta semana grande.
La consejera de Cultura, Patrimonio cultural y del Mayor, Fadela Mohatar; ha destacado como la ciudadanía se unirá en los próximos días en una conmemoración cargada de devoción y cultura. De recuerdos memorables de momentos pasados y de quienes ya no están. En definitiva, de una profunda fe.
Mohatar ha recordado que el Gobierno de la Ciudad decidió ampliar el monto total de la subvención a la Agrupación de Cofradías. Una ayuda que pasó de los 65.000 a los 130.000 euros actuales.
La consejera ha manifestado que la cantidad actual es la que se solicitó desde la Agrupación para poder hacer frente a todo el trabajo anual de preparación para la Semana Santa.
Preparativos
Por lo pronto, los trabajos de preparación de cara a las procesiones están yendo a toda marcha. Desde hace un par de días, se viene instalando las gradas y la tribuna en la carrera oficial (avenida Juan Carlos I) y ya este fin de semana llegará el turno de las sillas.
También se ha engalanado la carrera oficial con los estandartes de las diferentes hermandades locales, así como los balcones.
Mohatar hizo hincapié en todo el bello patrimonio de los pasos que recorrerán a lo largo de los días venideros las calles de nuestra ciudad. Además, puso en valor la participación que llevan a cabo las 5 cofradías que componen la Semana Santa local.
"Creo que vamos a poder disfrutar, Dios mediante, de una Semana Santa espléndida y, desde aquí, acompañamos también a toda la querida comunidad cristiana de nuestra ciudad en la devoción de esa semana de pasión".
Semana Santa
A lo largo de toda la próxima semana, los melillenses asistirán a una auténtica catequesis en la calle. Cada paso, cada imagen, evocará aquellos momentos que marcaron para siempre la historia y el futuro del hombre: la sentencia, la humillación, la flagelación, la crucifixión, el entierro y la Madre, que va desde la esperanza a la soledad llevando con dignidad su dolor por la muerte del Hijo amado.
La Semana Santa melillense es la gran desconocida de España. Mezcla el estilo sevillano y el malagueño en sus procesiones y se acompaña de magníficas agrupaciones musicales de jóvenes músicos, junto con la Banda Ciudad de Melilla, el trío de viento Morfeus con su música de capilla y de nuestros militares, y cuerpos y fuerzas de seguridad, además de cientos de personas que salen a las calles para presenciar la belleza de nuestros tronos y nuestros titulares.
El calendario cofrade comienza el Domingo de Ramos, en un ambiente festivo que se vive con intensidad desde primera hora. La procesión de “La Pollinica” recrea la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, recorriendo el Parque Hernández entre palmeras centenarias. Esa misma jornada destaca también la llegada de la Esperanza de Melilla a su barrio, acompañada por los legionarios del Tercio Gran Capitán I, en una estampa ya icónica de la ciudad: la subida de la cuesta de Pomares entre marchas procesionales y vítores del público.
El Lunes Santo se centra en la procesión de “La Sentencia”, un paso de estilo sevillano que recorre la avenida Juan Carlos I, flanqueada por edificios modernistas y art déco. El Martes Santo llega uno de los momentos más sobrecogedores con el desfile penitencial de la Cofradía del Humillado. De inspiración cartagenera, esta procesión recorre el centro en un cortejo sobrio, donde el silencio, la luz de los cirios y la brisa del mar crean un ambiente de recogimiento único.
El Miércoles Santo destaca por la salida del Nazareno, una talla atribuida a Pedro de Mena, desde la Plaza de Toros de Melilla. Esta singularidad —única en España— convierte al coso taurino en punto clave del calendario procesional. La imagen avanza lentamente sobre un trono de estilo malagueño, seguida por Nuestra Señora de los Dolores, en una escena de gran belleza y emoción.
El Jueves Santo, la ciudad vive una de sus tradiciones más simbólicas: la liberación de un preso durante la procesión de El Cautivo, en un gesto que remite al perdón y la redención. Junto a esta imagen, procesionan la Virgen del Rocío, el Flagelado, la Virgen del Mayor Dolor y el Cristo de la Paz, todos en un recorrido marcado por la solemnidad y la emoción popular.
El Viernes Santo comienza con el desfile de La Piedad y continúa con la Procesión Oficial del Santo Entierro, donde participan autoridades civiles, militares y eclesiásticas. Al llegar la noche, la ciudad se sumerge en un silencio sobrecogedor para recibir a la Soledad de Nuestra Señora, que avanza entre velas encendidas y calles en penumbra hasta alcanzar el Callejón de la Soledad, donde el recogimiento se convierte en emoción compartida.
La celebración culmina el Domingo de Resurrección con la procesión del Cristo Resucitado, cuyo encuentro con la Virgen del Rocío en la Plaza de España se vive como un estallido de alegría y esperanza, cerrando con júbilo una semana intensa.