La Armada Española ha iniciado una nueva misión de vigilancia marítima en el Estrecho de Gibraltar y el mar de Alborán con el despliegue del patrullero de altura Serviola, que partió este jueves desde su base en el arsenal de Ferrol (A Coruña). El objetivo principal de esta operación es reforzar la presencia de España en aguas de soberanía nacional cercanas al norte de África, dentro del marco estratégico de defensa y seguridad marítima.
La operación, que se extenderá hasta el próximo 20 de junio, se enmarca en las Operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión impulsadas por el Ministerio de Defensa. Durante este despliegue, el Serviola desempeñará tareas propias de las Operaciones de Seguridad Marítima (MSO, por sus siglas en inglés), centradas en la verificación y control del tráfico marítimo, así como en garantizar la libertad de navegación y disuadir amenazas en la región.
Entre las actividades programadas destaca la presencia naval en áreas clave como la isla de Alborán y otras zonas del mar de Alborán próximas a costas del norte de África, donde la Armada busca consolidar el control de los espacios marítimos de interés nacional y ejercer una función disuasoria activa.
Para aumentar las capacidades operativas del buque durante la misión, se ha embarcado un Equipo Operativo de Seguridad (EOS) de Infantería de Marina. Este equipo especializado tiene como cometido reforzar la protección de la fuerza y apoyar en acciones de interdicción marítima, proporcionando así mayor versatilidad ante posibles escenarios de riesgo o tensión en alta mar.
Además, el Serviola tiene previstas varias escalas logísticas en puertos nacionales: estará en Motril (Granada) del 2 al 5 de mayo, en la Base Naval de Rota (Cádiz) del 19 al 23 de mayo y en Málaga del 6 al 9 de junio, antes de regresar a Ferrol.
Este despliegue se produce en un contexto de creciente actividad defensiva en el área del norte de África, una región que ha ganado peso estratégico para España en los últimos años. Tal como adelantó El Faro de Melilla, el Gobierno ha venido reforzando su postura en la zona mediante acciones coordinadas de las Fuerzas Armadas, con el objetivo de afianzar la soberanía nacional frente a posibles desafíos geopolíticos o disputas territoriales.
En marzo de este año, Defensa ya ejecutó una serie de maniobras destinadas a reforzar su presencia operativa en Ceuta, Melilla y aguas adyacentes, una estrategia en la que se enmarca también esta nueva misión del Serviola. El Ministerio ha dejado claro que su objetivo es asegurar un control efectivo de los territorios de soberanía española y actuar de manera preventiva ante cualquier movimiento que pueda alterar el equilibrio en la región.
El patrullero Serviola es uno de los buques de altura de la Armada dependientes del Comandante de las Unidades de Acción Marítima en Ferrol. Está diseñado para cumplir misiones de vigilancia, control de fronteras, protección de los intereses marítimos nacionales y lucha contra amenazas como el narcotráfico, el contrabando o el terrorismo, en coordinación con otros cuerpos del Estado.
Bajo el mando operativo del Mando Operativo Marítimo (MOM) y control del Mando de Operaciones (MOPS), el buque actúa como una herramienta clave dentro del esquema defensivo marítimo español. Su presencia en zonas estratégicas del Mediterráneo no solo responde a criterios de seguridad, sino también a la voluntad del Estado de mantener la estabilidad y el orden en una región marcada por el tránsito migratorio, la actividad ilícita y la tensión internacional.
Este tipo de operaciones confirman el compromiso del Estado español con la defensa activa de su soberanía marítima y territorial, especialmente en un escenario geopolítico cambiante, donde el control del mar y la proyección naval siguen siendo herramientas fundamentales para la política exterior y de defensa nacional.