Este último fin de semana de febrero es el previo al comienzo del mes sagrado de Ramadán, un periodo de reflexión y fe para la comunidad musulmana de Melilla.
Ramadán es sinónimo de familia, de juntarse entre seres queridos para cumplir este pilar fundamental en el Islam, que no es otra cosa que acercarse a Dios. Este mes sagrado también tiene sus efectos en el paso fronterizo de Beni-Enzar, donde el tránsito de melillenses que cruzarán a Marruecos para visitar a sus allegados y conmemorar estas fechas tan señaladas aumentará de cara al próximo mes de marzo.
Por lo pronto, en estas fechas previas al comienzo del mes sagrado, los alrededores del perímetro fronterizo han venido registrando fuertes retenciones tanto para cruzar a Marruecos como para regresar a la ciudad autónoma. Un escenario que se ha mantenido en el día de hoy, tanto a pie como en coche.
La dotación permanente de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se mantiene en la zona para cualquier posible suceso, así como para atender a los vecinos que lo requieran.
Situación caótica
El Faro se acercó en la tarde de este domingo hasta el paso fronterizo de Beni-Enzar para preguntar a los ciudadanos que entraban desde el país vecino y a los que salían hacia Marruecos, cómo estaba la situación en la frontera y cómo creían que se desarrollaría el Ramadán en la zona.
La situación a lo largo de este fin de semana ha sido de caos absoluto. Las filas de coches llegaban a Barrio Chino e incluso en algunos momentos puntuales, hasta la barriada de las Caracolas. Demasiadas horas de espera para muchos, quienes prefirieron ahorrarse el calvario que supone cruzar al país vecino.
Una opción que escogieron un grupo de amigos que, si bien en un principio se disponían a pasar hacia Marruecos a pie, finalmente decidieron darse la vuelta al ver que la fila de personas no avanzaba. Uno de los integrantes de este grupo, Yunes, confirmó a este medio que finalmente habían decidido no pasar, ante el escenario que se habían encontrado.
"No compensa echar aquí tantas horas si sólo vamos a ir un rato. Esto es ya demasiado".
El escenario para volver no era en absoluto distinto al que había para salir. A las filas de vehículos que mantenían fuertes retenciones en la ciudad vecina de Beni-Enzar, se sumaban las colas de personas, las cuales incluso exceden los límites del perímetro fronterizo marroquí y llegan hasta los negocios colindantes.
Un grupo de melillenses que habían pasado el día en el país vecino dijeron haberse mostrado "sorprendidos de lo liviana" que había sido la espera. Todo esto enmarcado, hay que resaltarlo, dentro de la más profunda ironía.
Este grupo de amigos había tardado una hora y media a pie desde que se sumaron a la fila en Beni-Enzar, hasta que salieron de las instalaciones del lado español.
"Iba por fases, momentos que arrancaba e iba a buen ritmo y otros que parecía que el tiempo se había detenido".
La sorpresa había embargado a Hicham. Este vecino acababa de entrar en nuestra ciudad y aseguró, no poder comprender la situación que estaba observando en la zona, incluso dijo, siendo domingo.
Por la mañana, aunque también caótica, la situación se había desarrollado de manera más relajada. En el caso de María, quien había pasado el fin de semana en Nador, cruzar a primera hora del sábado a pie se hizo "muy insoportable". Casi 2 horas de espera en el lado marroquí que decía, no entender.
A la vuelta, a primera hora de esta mañana, habían sido 45 minutos, aunque recalcó que ya desde bien temprano se estaban iniciado las filas de coches.
Ramadán
Quedan pocos días para el comienzo del mes sagrado de Ramadán 1446-2025. Un periodo de ayuno, reflexión y unión en el que es uno de los cinco pilares básicos del Islam.
Para este año, ya se debate si la fecha exacta se producirá bien el 28 de febrero, el 1 o el 2 de marzo. De este modo, se da el hecho de que este año el Ramadán podría durar menos de 30 días.
La Ciudad Autónoma ya ha comenzado con los preparativos de este mes, puesto que ya se han instalado la iluminación en zonas de Melilla como el propio barrio del Rastro. Además, se prevén un sinfín de actividades con el fin de amenizar el Ramadán.
Entre los ciudadanos consultados por este medio, reinaba la incertidumbre acerca de como se desarrollaría el mes sagrado a la hora de entrar y salir de Melilla.
En el caso de Abdelkader, afirmaba "no querer ni plantearse" como sería cruzar la frontera en los días previos al comienzo y final de Ramadán. No obstante, sí confiaba en que no se reprodujera el mismo escenario del verano o la Operación Paso del Estrecho (OPE).
"Dentro de lo que he visto y lo que he vivido, esto de hoy es muy tranquilo".
Este ciudadano sugirió una solución que lleva tiempo aportándose, pero que no parece que vaya a cumplirse, de abrir algún paso más sólo para los residentes, que pueda rebajar esta congestión de tráfico en la zona.
El Ramadán también es tiempo de compras y son miles de melillenses los que cruzan para adquirir fruta, verdura y demás productos alimentarios; por lo que la incertidumbre se dispara sobre como se desarrollarán estas fechas tan señaladas.
Una sensación que compartía la familia Mohamed, que acababa de llegar a la ciudad. Cargados de bolsas con productos varios, este grupo de melillenses lamentaba las continuas horas de espera que se tiene que aguantar cada fin de semana en el paso fronterizo.
"La cosa va a peor, algo tiene que cambiar porque se hace demasiado pesado".
aduana comercial
La actualidad de la frontera pasa por la situación de la aduana comercial con el país vecino. Desde el 8 de enero, se ha venido produciendo la entrada de 3 camiones hacia el país vecino con electrodomésticos, mientras que el pasado jueves un vehículo introdujo pescado a nuestra ciudad desde Marruecos, algo muy ansiado por la sociedad melillense.
El paso de estas mercancías no ha sido fluido. De hecho, las primeras entradas desde ambos lados han registrado problemas administrativos desde Marruecos que han impedido el normal funcionamiento del intercambio comercial.
Por lo pronto, la aduana comercial vuelve a estar operativa y cuenta con unas normas establecidas: Inicialmente, solo podrá cruzar un camión de salida y otro de entrada, en este último caso prácticamente pescado. Será en un horario concreto de mañana o tarde y los productos que exportarán los empresarios melillenses se limitarán a electrodomésticos, electrónica, higiene y automoción.