La Delegación del Gobierno acogerá este mediodía la reunión que ha convocado su titular, Sabrina Moh, para hablar con los empresarios y comerciantes melillenses acerca de cómo va a funcionar definitivamente la aduana comercial, cuáles son las fases previstas y cómo queda ya abierta para que puedan empezar a plantearse sus negocios con el otro lado de la frontera.
Este encuentro ha levantado ciertas expectativas en la ciudad, sobre todo después de que este pasado martes no se produjera la previsible entrada de pescado marroquí, al parecer como consecuencia de ciertos problemas documentales que los exportadores del vecino país no habían cumplimentado debidamente.
El caso es que ya se conocen algunos detalles sobre el funcionamiento de esa aduana. Inicialmente, solo podrá cruzar un camión de salida y otro de entrada, en este último caso prácticamente pescado. Será en un horario concreto de mañana o tarde y los productos que exportarán los empresarios melillenses se limitarán a electrodomésticos, electrónica, higiene y automoción.
Todo eso sería lo que integraría esa primera fase de reapertura de la aduana, pero aquí el problema es que la patronal no cree que esa fórmula gradual tenga mayor sentido cuando el flujo comercial ha existido durante décadas de forma legal y documentada, sin que se registraran problemas. El presidente de la CEME, Enrique Alcoba, nunca ha ocultado el malestar del colectivo al que representa por el oscurantismo que ha rodeado a todo el proceso de reapertura, como tampoco por el hecho de que no vaya a ser la aduana internacional que su organización siempre ha defendido.
Otras voces, sin embargo, consideran que menos da una piedra y que bien está lo que bien acaba más allá de consideraciones maximalistas que en modo alguno comparten. Es decir, defienden que abra la aduana sea como sea porque será más que las cero exportaciones de los últimos seis años y medio.
Otra cosa será a partir de ahora la negociación para que Marruecos se avenga a conceder un régimen de viajeros que, en realidad, es lo verdaderamente importante para dar oxígeno al comercio local. Sabrina Moh ya dijo en su momento que, una vez reabierta la aduana, sería el momento de poner esa circunstancia sobre la mesa.
Habrá que esperar a ver si establecer ese régimen de viajeros, que ha existido toda la vida hasta el año 2018, tarda menos de lo que se ha debido aguardar para un mínimo trasiego comercial con Marruecos.