El Día Mundial Sin Tabaco se celebra en todo el mundo el 31 de mayo de cada año. Esta celebración anual informa al público acerca de los peligros que supone el consumo de tabaco, las prácticas comerciales de las empresas tabacaleras, las actividades de la Organización Mundial de la Salud para luchar contra la epidemia de tabaquismo, y lo que las personas de todo el mundo pueden hacer para reivindicar su derecho a la salud, a una vida sana, y proteger a las futuras generaciones.
La Asamblea Mundial de la Salud instituyó el Día Mundial sin Tabaco en 1987 para llamar la atención mundial hacia la epidemia de tabaquismo y sus efectos letales.
El Día Mundial Sin Tabaco 2024 servirá de plataforma para que los jóvenes de todo el mundo insten a sus gobiernos a protegerlos de las tácticas abusivas de los fabricantes de tabaco. No en vano, en todos los países del mundo, los niños empiezan a consumir cigarrillos electrónicos a un ritmo superior al de los adultos.
La Organización Mundial de la Salud y STOP, que ejerce funciones de vigilancia mundial de la industria tabacalera, han elaborado un informe titulado ‘Enganchando a la próxima generación’ donde se pone de relieve cómo la industria del tabaco y la nicotina diseña productos, pone en marcha campañas de mercadotecnia y trabaja para configurar unos entornos de políticas que les ayuden a crear adicción entre los jóvenes del mundo.
Dicho trabajo ofrece la estimación de que en el mundo hay unos 37 millones de niños de entre 13 y 15 años que consumen tabaco, y señala que en muchos países la tasa de uso de cigarrillos electrónicos entre los adolescentes supera al de la población adulta.
A pesar de los importantes avances registrados en la reducción del consumo de tabaco, el surgimiento de los cigarrillos electrónicos y otros productos de tabaco y nicotina representan una grave amenaza para los jóvenes y el control del tabaco. Diversos estudios demuestran que el uso de cigarrillos electrónicos casi triplica el consumo de cigarrillos convencionales, sobre todo entre los jóvenes no fumadores.
El Consejo de Ministros aprobó el pasado de abril el Plan Nacional de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027 con el objetivo de reducir la prevalencia del consumo de tabaco y productos relacionados y minimizar la exposición ambiental a sus emisiones.
Dicha iniciativa nace con el objetivo de evitar que los jóvenes empiecen a fumar, ayudar a los fumadores que quieran abandonar el hábito y cuidar el aire que respiramos.
La prevalencia del consumo de tabaco en España se ha ido reduciendo gradualmente en las últimas décadas, siendo según la Encuesta Europea de Salud 2020, del 22,1 por ciento. Esta disminución de la prevalencia sufre descensos más acusados en años donde se implantan medidas enfocadas a la prevención del tabaquismo, como son modificaciones del marco legislativo que impliquen una ampliación de los espacios sin humo, la presión fiscal o restricciones en publicidad y promoción del tabaco. También se observan bajadas en la prevalencia en momentos donde se establecen programas concretos para la cesación del consumo.
Los últimos datos disponibles del ministerio de Sanidad apuntan a que el tabaco es el causante de cerca de 50.000 muertes al año. Además, su consumo está asociado a la aparición de 35 enfermedades como el cáncer de pulmón, las enfermedades cardiovasculares o la diabetes.
El pasado mes de abril Consejo de Ministros aprobó el Plan Nacional de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027 con el objetivo de reducir la prevalencia del consumo de tabaco y productos relacionados.
Algunas de las medidas que contempla este plan incluye acciones como la ampliación de espacios de uso público sin humo. Sin embargo, no se concreta en qué lugares se prohibirá fumar, limitándose a mencionar “determinados espacios de uso público o colectivo, especialmente aquellos con presencia de personas menores de edad”. Los concretará la futura ley que surja del debate parlamentario. Una primera versión de la estrategia aludía a parques y playas, a marquesinas de autobús e incluso a terrazas. También ampliar los perímetros en los que se impide fumar en centros escolares y hospitales. Esto incluye espacios con mucha afluencia de gente por lo que entrarían eventos como los festivales o deportes al aire libre. La prioridad de la ministra de Sanidad son las terrazas, las marquesinas o las playas.
Respecto a la prohibición de fumar en los coches, el borrador inicial mencionaba la intención de incluir “ciertos espacios del ámbito privados” dentro de los nuevos espacios sin humo, “especialmente aquellos con presencia de menores”. El texto final dice que se plantearán estrategias encaminadas a la concienciación y sensibilización para reducir el consumo en el ámbito privado, especialmente ante la presencia de embarazadas o personas menores de edad. La ministra de Sanidad, Mónica García, considera que en estos ámbitos no se puede ir más allá de las 'recomendaciones'.
En cuanto a los vapeadores, sólo los podrán comprar mayores de edad, incluso sin nicotina. Para Sanidad es crucial tener en cuenta, además, las nuevas formas de consumo de nicotina, cigarrillos electrónicos y tabaco calentado (vapers), especialmente atractivas para la juventud: dan una imagen tecnológica y transmiten una sensación de menor riesgo para la salud. El plan recoge el compromiso de equiparar por ley su promoción, publicidad y venta a las del tabaco tradicional, tanto en los dispositivos que utilicen líquidos, cartuchos o recambios con nicotina como en los que no, que son los más usados por los jóvenes y que suponen la puerta de entrada al consumo y adicción posterior. El documento busca prohibir además aditivos que le den aroma, así como los dispositivos de un único uso.
Otra de las medidas propuestas por el Gobierno central revierte en la imagen del paquete de tabaco. Sanidad estrenará su estrategia sacando a consulta pública la ley del empaquetado genérico o neutro de las cajetillas, una de las medidas que se ha demostrado más eficaz para controlar el consumo del tabaco.
A petición de las comunidades, el plan definitivo ha incluido varias revisiones sistemáticas sobre su efecto. Más de 20 países ya lo han implantado. El objetivo del Gobierno de España es que se restrinja el uso de logotipos, colores o imágenes de marca, además de cualquier promoción. Sería la primera medida con la que estrenar la nueva estrategia antitabaco que se prevé entre en funcionamiento antes de finalizar el año 2024.