Se ha descartado la construcción de un acuario debido a los problemas de peso que acarrearía en la estructura.
El Gobierno local sigue buscando una utilidad al Cargadero del Mineral después de haber desechado la posibilidad de construir en esta estructura un acuario, tal y como habían ideado en un principio.
En este sentido, el presidente local, Juan José Imbroda, comentó que este proyecto tuvo que ser abandonado debido a las condiciones de la estructura del Cargadero, pues no resistía el peso que conlleva poner las diferentes peceras con el agua que habrían necesitado.
Así, en estos momentos no hay ningún proyecto sobre la mesa en la medida en que desde la iniciativa privada tampoco se han presentado peticiones que pudieran haber sido tenidas en cuenta.
Imbroda recordó que se hicieron estudios previos para el acuario y la conclusión fue que había que reforzar las bases y los pilares de la estructura.
El mandatario local señaló que era una lástima que no se utilizara para nada este inmueble, pues costó mucho su rehabilitación y recuperación posterior para la realización de eventos. Así, de momento tan sólo se hizo una exposición sobre el Titanic, con gran éxito de público entre los melillenses.
“El ámbito privado no lo ha querido para nada”, afirmó aunque lo cierto es que un grupo de melillenses llegó a presentar hace unos años a la Consejería de Cultura un proyecto parea crear un museo de las Minas del Rif, propuesta que no salió adelante en aquel momento.
El Cargadero del Mineral es un ejemplo de arquitectura industrial que sobrevive en Melilla desde comienzos del siglo pasado, momento en que se construyó para poder embarcar el mineral que llegaba de las minas de Uixan. De hecho, estuvo en servicio hasta comienzos de los años ochenta del siglo pasado, cuando finalmente y ante la construcción del Puerto de Beni Enzar y posteriormente el cierre de las minas, quedó definitivamente abandonado.
Hubo un intento de demolerlo aunque finalmente se decidió salvarlo, al ser catalogado como monumento histórico de la ciudad, estando desde entonces protegido por la normativa. Su estructura sí se utilizó para la construcción del Puerto deportivo de Melilla, una opción que parece haber gustado a los melillenses.