El Consejo de Gobierno aprobó el pasado viernes una partida de 3,4 millones de euros destinada a la rehabilitación de edificios situados en la zona BIC (Bien de Interés Cultural) de Melilla, una de las áreas con mayor valor patrimonial y arquitectónico de la ciudad autónoma. La medida forma parte del compromiso del Ejecutivo local por preservar y proteger el patrimonio histórico y fomentar la conservación de los inmuebles más emblemáticos.
La portavoz del Gobierno, Fadela Mohatar, ha anunciado que las bases reguladoras de esta convocatoria se publicarán “posiblemente este viernes en el Boletín Oficial de Melilla (BOME)”, lo que permitirá que los propietarios interesados puedan comenzar a solicitar las ayudas en los próximos días.
“Vamos a poner en circulación 3.400.000 euros para la rehabilitación de edificios en la zona BIC, el triángulo de oro de nuestra ciudad”, ha explicado Mohatar, que ha recordado que en esta zona se concentran algunos de los inmuebles más representativos de Melilla, “con un gran valor arquitectónico y, en muchos casos, con riesgo de conservación por la importante inversión que requiere su mantenimiento”.
Conservación del patrimonio
El objetivo de esta nueva línea de subvenciones es colaborar con los propietarios de los edificios catalogados para asegurar su mantenimiento, su accesibilidad y su habitabilidad, garantizando que se conserven las características que los hacen únicos.
“Queremos ejercer una corresponsabilidad en el mantenimiento de estos edificios. Ponemos dinero en circulación para ayudar de forma equitativa, sin tener en cuenta el nivel adquisitivo del propietario del edificio”, ha señalado.
Las ayudas podrán destinarse a obras de accesibilidad, seguridad, habitabilidad y sostenibilidad, con el propósito de que los inmuebles sigan siendo funcionales y se adapten a las necesidades actuales sin perder su valor histórico.
Mohatar ha insistido en que la intención del Ejecutivo es “colaborar con los propietarios para proteger nuestro valioso patrimonio arquitectónico”, y ha animado a todos los dueños de edificios en la zona BIC a acogerse a esta convocatoria, “en la convicción de que todos debemos tener el mismo compromiso a la hora de conservar nuestro patrimonio”.
Subvenciones de hasta el 80% y casos excepcionales del 100%
Según ha explicado la consejera, las subvenciones podrán cubrir hasta el 80% del coste total de la actuación, lo que supone una importante ayuda para acometer obras de rehabilitación que, en muchos casos, resultan económicamente inasumibles para los propietarios.
No obstante, las bases reguladoras también contemplan situaciones excepcionales para aquellos residentes en situación de vulnerabilidad económica. “Si algún propietario no puede cofinanciar la rehabilitación de su edificio por su situación, se podrá llegar al 100% del gasto correspondiente a su vivienda”, ha indicado Mohatar.
De esta forma, el Gobierno busca garantizar que nadie quede fuera de la convocatoria por motivos económicos, facilitando que las actuaciones se puedan acometer de manera integral y sin desigualdades entre los vecinos.
Además, se prevén ayudas específicas para casos de discapacidad o movilidad reducida, con subvenciones de hasta 20.500 euros por vivienda cuando habite una persona con un 50% o más de problemas de movilidad.
“Queremos recuperar la accesibilidad, el uso y la habitabilidad de esos edificios sin que se pierda ese gran patrimonio que tenemos en nuestras fachadas y en nuestra arquitectura”, subrayó la consejera.
Un límite de 500.000 euros por expediente
Con el fin de llegar al mayor número posible de beneficiarios, la convocatoria establece un límite máximo de 500.000 euros por expediente. Según Mohatar, esta cifra “es razonable para acometer una obra de rehabilitación necesaria y, al mismo tiempo, permite que la partida se reparta de manera equitativa entre distintos proyectos”.
De esta manera, el Ejecutivo busca equilibrar la inversión y maximizar el impacto de los fondos disponibles, de modo que se puedan atender varias solicitudes dentro de la misma convocatoria.
“Ponemos en circulación una importante partida presupuestaria destinada a los propietarios de edificios incluidos en la zona BIC”, dijo Mohatar, quien calificó esta actuación como “una apuesta firme para conservar nuestro patrimonio”.
Durante su intervención, la consejera ha hecho hincapié en el valor artístico y cultural de los edificios incluidos en la zona BIC, que forman parte del legado urbanístico de Melilla y contribuyen a su identidad como ciudad.
Mohatar ha recordado que muchos de estos inmuebles presentan elementos decorativos y constructivos únicos, que requieren cuidados y técnicas específicas para su conservación. “Tenemos un patrimonio de un valor incalculable, en el que todos tenemos que tener el mismo compromiso a la hora de protegerlo”, señaló.
Asimismo, hizo referencia a la reciente presentación del libro del cronista oficial, Antonio Bravo en la UNED, en el que se recopila la riqueza arquitectónica de las fachadas melillenses. “En ese maravilloso libro pudimos ver cómo se han recogido las molduras, la arquitectura y el embellecimiento de nuestras fachadas, algo que tristemente, en algunos casos, vamos perdiendo”, comentó.
Con esta línea de subvenciones, el Gobierno pretende evitar la pérdida progresiva de elementos patrimoniales y fomentar una cultura de conservación y respeto hacia el entorno urbano.
Además del beneficio cultural y estético, esta iniciativa tendrá también un impacto positivo en la economía local. Mohatar ha destacado que “estas ayudas no solo sirven para conservar nuestro patrimonio, sino también para dinamizar la economía de Melilla, creando puestos de trabajo y oportunidades para muchos profesionales locales”.
La consejera ha insistido en que la protección del patrimonio no debe entenderse como una carga, sino como una inversión de futuro. “Si cumplimos las directrices que debemos seguir para no ir perdiendo nuestro patrimonio, seremos capaces de recuperar la accesibilidad, el uso y la belleza de esos edificios que son parte de la historia y la identidad de Melilla”, ha concluido.
El lanzamiento de esta convocatoria supone, según el Ejecutivo, un paso decisivo en la estrategia de conservación del patrimonio histórico de la ciudad. La zona BIC, conocida por su concentración de edificios modernistas y de estilo ecléctico, constituye uno de los principales atractivos turísticos y culturales de Melilla.
El Gobierno aspira a que esta nueva inversión contribuya a recuperar la vitalidad del centro histórico, mejorar la calidad de vida de sus residentes y reforzar la imagen de la ciudad como referente del patrimonio arquitectónico del norte de África.
“Queremos animar a los propietarios de edificios históricos a que accedan a estas ayudas, a que nos permitan colaborar en la protección de un patrimonio que es de todos”, reiteró Mohatar.
Con esta medida, Melilla reafirma su compromiso con la preservación de su historia y su identidad urbana, poniendo en valor una arquitectura que, más allá de su belleza, representa la memoria colectiva de la ciudad y el legado que dejará a las futuras generaciones.
