El Gobierno melillense confía en que la próxima Semana Santa, que se inicia este domingo, sea un punto de inflexión para el turismo en la ciudad, consolidando el crecimiento registrado en los últimos meses y reforzando el posicionamiento de Melilla como destino atractivo y singular. En ese sentido, el presidente Imbroda ha destacado el papel de las campañas de promoción turística puestas en marcha por el área de Turismo y el impacto que estas acciones están empezando a generar a nivel nacional.
Una de las iniciativas que ha recibido una valoración especialmente positiva por parte del presidente ha sido la publicación de un reportaje en ABC Viajes, dentro de un programa de difusión coordinado por la Consejería de Turismo. “El reportaje es muy bueno y, sobre todo, muy justo. Refleja fielmente lo que estamos viviendo aquí y transmite una imagen positiva de la ciudad que los melillenses reconocemos como real”, aseguró Imbroda.
El presidente explicó que el objetivo de este tipo de acciones es situar a Melilla en los circuitos turísticos nacionales e internacionales. “Estamos convencidos de que tenemos mucho que enseñar y mostrar. Melilla tiene un enorme potencial que debe ser aprovechado”, afirmó. En este sentido, puso en valor el trabajo que se viene desarrollando para transformar la ciudad y prepararla para asumir un papel destacado en la industria turística.
Según los datos expuestos por el presidente, el turismo en Melilla creció más de un 20% en 2024 respecto al año anterior, una cifra que demuestra, en su opinión, que las políticas impulsadas están funcionando. “Este aumento ya dice algo positivo. Nos está mostrando que vamos en la buena dirección”, señaló.
Para 2025, el Ejecutivo melillense espera no solo mantener esa tendencia, sino ampliarla de manera significativa. “Confío en que esta Semana Santa haya una ocupación hotelera aún mayor que en 2024. Estoy seguro de que muchos establecimientos van a estar llenos. Vamos a ver cómo respira la ciudad a nivel turístico estos días”, añadió.
Esfuerzo económico
Imbroda también dedicó parte de su intervención a hablar sobre los bonos turísticos, una medida que, según indicó, ha tenido un impacto muy positivo en la dinamización del sector. “Los bonos han funcionado muy bien. Hemos actualizado sus bases para adaptarlos mejor al interés de la ciudad, y seguimos apostando por ellos”, explicó.
Cada año, la Ciudad destina alrededor de seis millones de euros a este programa de ayudas, un esfuerzo que el presidente considera justificado por su capacidad para generar actividad económica. “Es un sacrificio que hacemos los melillenses para que haya más economía. Y ese dinero se multiplica por cuatro en su impacto”, sostuvo.
Aun así, reconoció que existe un cierto desconocimiento sobre el funcionamiento fiscal de estas ayudas. “Hay gente que piensa que Hacienda se queda con parte de los bonos. Pero hay que verlo desde otra perspectiva: si a uno le dan 100 euros y tiene que pagar una parte mínima, sigue saliendo ganando”, argumentó.
Además de analizar la situación actual, Imbroda planteó los objetivos a medio plazo del Gobierno local en materia turística. Entre ellos, destacó la necesidad de marcarse metas ambiciosas. “Tenemos que pensar en alcanzar los 500.000 turistas al año. Esa es una cifra que puede dar de comer, y bien, a la ciudad. También mencioné una meta de 5.000 estudiantes universitarios. Hay que soñar en grande para transformar Melilla”, afirmó.
Para lograr ese salto cuantitativo y cualitativo, Imbroda considera indispensable avanzar en la adaptación de la ciudad a las demandas del visitante. “La transformación no es solo física. Es también cultural. Todos, desde los empresarios hasta los propios ciudadanos, tenemos que asumir que el turismo requiere nuevos servicios, mejor atención, restauración de calidad, seguridad y hospitalidad”, dijo.
Melilla en el Mediterráneo
Estas declaraciones se suman a otras realizadas recientemente, en las que el presidente se refirió a Melilla como “la perla del Mediterráneo” y defendió su potencial para convertirse en un referente en el mundo de los cruceros. Según publicó El Faro de Melilla, Imbroda aseguró que la ciudad “puede estar a la cabeza del mundo del crucero” si se consolida como escala en rutas marítimas turísticas, gracias a su ubicación estratégica y sus infraestructuras portuarias.
Con la llegada de la Semana Santa, el Gobierno local espera comprobar si los esfuerzos de promoción están dando resultados inmediatos. Una alta ocupación hotelera, mayor actividad comercial y presencia de visitantes foráneos serían, según Imbroda, las señales más claras de que Melilla está logrando abrirse paso como destino turístico relevante dentro del panorama nacional.