La Semana Santa melillense pondrá el broche final este domingo con la celebración de El Encuentro, una cita ya tradicional que cada año reúne a centenares de fieles y vecinos en la céntrica Plaza de España. En este acto se representa el momento simbólico en el que Jesús Resucitado se encuentra con su Madre, María Santísima del Rocío, tras la Resurrección. Se trata de uno de los pasajes más esperados por cofrades y devotos, y que también despierta un amplio interés social, turístico y patrimonial.
Organizado por la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Melilla, El Encuentro simboliza el cierre litúrgico del ciclo de Pasión, Muerte y Resurrección, y marca el inicio del tiempo pascual. La confluencia de las dos imágenes titulares, que llegan desde barrios distintos y confluyen en la Plaza de España, representa la alegría de la Resurrección y la plenitud de la redención cristiana.
Horarios e itinerarios
María Santísima del Rocío comenzará su recorrido a las 09:45 horas desde la Plaza de Toros. Su itinerario discurre por Millán Astray y Músico Granados, hasta el Centro Asistencial. Desde allí regresará por Músico Granados, continuará por Millán Astray, Querol, Plaza de Velázquez y Avenida de la Democracia hasta alcanzar la Avenida Juan Carlos I. Desde allí, seguirá por General Marina y Luis de Sotomayor, regresando a Plaza de Velázquez, Querol y Millán Astray para recogerse en torno a las 17:30 horas en la Plaza de Toros. Posteriormente, será trasladada a las 19:00 horas a su Casa Hermandad, anexa a la iglesia de Santa María Micaela, en el barrio Virgen de la Victoria.
Por su parte, el Santísimo Cristo Resucitado saldrá a las 10:00 horas desde su Casa Hermandad en Cabrerizas Bajas. Su recorrido contempla General Castaños, Hermanos de La Salle Senén y Mauricio, Poeta Zorrilla, Juan de Lanuza, Severo Ochoa, Avenida Reyes Católicos, Padre Lerchundi, Paso de la Soledad, Avenida Castelar, López Moreno y Ejército Español. La llegada a la Plaza de España está prevista también a las 13:30 horas, momento en el que se producirá el Encuentro.
Acto de profunda simbología
El Encuentro entre Jesús y su Madre representa una de las escenas más conmovedoras del relato evangélico, aunque no esté descrita de forma explícita en los textos bíblicos. Se trata de una interpretación de la tradición piadosa, cargada de simbolismo, que ha sido asumida por muchas ciudades en sus celebraciones pascuales.
En Melilla, esta cita destaca por su solemnidad, por el marco urbano en el que se desarrolla —la céntrica Plaza de España, rodeada de edificios históricos— y por la implicación emocional de los cofrades y el público. Al compás de marchas procesionales y con un público en absoluto silencio, las imágenes se aproximan lentamente hasta quedar frente a frente. Es en ese momento donde el fervor popular se manifiesta en todo su esplendor.
Historia y patrimonio de las imágenes
La talla del Cristo Resucitado es obra de Enrique Ruiz Flores, realizada en madera de cedro policromada en el año 2001. Fue bendecida el 24 de marzo de ese mismo año y protagonizó entonces su primera salida procesional, convirtiéndose desde entonces en una de las imágenes más reconocidas del Domingo de Resurrección en Melilla. La talla sustituye a una anterior, adquirida en El Arte Católico de Barcelona, que aún se conserva en la capilla lateral izquierda de la parroquia de San Francisco Javier.
Esta imagen, cotitular de la Agrupación de Cofradías, recibe culto habitual en la parroquia de la Medalla Milagrosa, actualmente en proceso de rehabilitación. En su paso procesional destaca el exorno floral compuesto por flores blancas y amarillas, colores que hacen referencia a la bandera de la Ciudad del Vaticano.
Por su parte, María Santísima del Rocío es una imagen de José Noguera Valverde, ampliamente venerada en la ciudad. En 2010 estrenó un palio de malla de oro con apliques barrocos y flecos de morilla en las bambalinas, así como una saya bordada por Juan Campos Santacruz. En 2016 incorporó su actual manto, realizado con bordados recuperados del manto original de 1955, confeccionado por las Hermanas Adoratrices. En él se incluyen elementos como el Ave María y la Cruz Trinitaria, símbolo identitario de su cofradía.
Trasciende lo religioso
Más allá de su relevancia litúrgica, El Encuentro tiene también un fuerte componente social, turístico y cultural. Para muchos melillenses, esta jornada marca el cierre de una semana de intensa actividad cofrade en la ciudad. Se convierte en una oportunidad para compartir en familia, disfrutar del patrimonio artístico y participar en un acto que refuerza la identidad y las tradiciones locales.
Desde la Agrupación de Cofradías se destaca el esfuerzo de los hermanos cofrades, costaleros, músicos y voluntarios, que hacen posible año tras año la celebración de esta Semana Santa. El trabajo en los preparativos se prolonga durante meses, desde la limpieza y el cuidado de los pasos hasta la coordinación de recorridos y actos litúrgicos.
El Encuentro, por tanto, no es solo la clausura de una celebración religiosa. Es también una manifestación de la riqueza cultural de Melilla, del trabajo colectivo de sus hermandades y del profundo vínculo que existe entre fe, identidad y memoria en la ciudad autónoma.