Adimel celebró ayer el Día Mundial de la Diabetes, y lo hizo, de nuevo, con esas mesas informativas que coloca desde hace años en puntos estratégicos de la ciudad. Unas mesas que, además, sirven para que cuantos lo deseen, se realicen una prueba de glucemia y sepan si la padecen.
El manifiesto de este año incidía en la importancia de la educación y la prevención de esta enfermedad, un cometido que desde luego lleva realizando, y a las mil maravillas, la asociación melillense.
Con cada celebración anual, Adimel descubre a un importante número de ciudadanos que no saben que son diabéticos –ayer 49–, y que tras este primer diagnóstico, pueden empezar a tomar medidas para hacerla más llevadera.
El principal peligro de esta enfermedad es, precisamente, el elevado número de pacientes que no saben que la tiene. Por ello, la importancia de una jornada como ésta y el agradecimiento muy especial a Adimel, no ya sólo para informarnos a todos de que es la Diabetes, sino para descubrir a esas personas que, padeciéndola, no lo saben y están poniendo en riesgo su vida.