La Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en Melilla acogió este lunes a las 20:00 horas una emotiva misa en memoria del Papa Francisco, recientemente fallecido, en la que el vicario episcopal Eduardo Resa pidió a los fieles y a la sociedad en general que se deje de encasillar la figura del Santo Padre en categorías políticas.
"En estos días estamos oyendo en los medios de comunicación afirmaciones que no son propias de la Iglesia, tendencias de izquierdas o de derechas. Yo os pediría, por favor, que huyamos de esas etiquetas", expresó Resa durante su homilía. Para el vicario, la verdadera comprensión del pontificado de Francisco solo puede hacerse a la luz de la acción del Espíritu Santo, que guía a la Iglesia según las necesidades de cada época.
La celebración eucarística, que reunió a autoridades locales, entre ellos Juan José Imbroda, Miguel Marín, José Ronda y Fadwa Abelhadj, además de fieles, religiosas y religiosos, estuvo marcada por un profundo sentimiento de gratitud hacia el Papa Francisco, quien lideró la Iglesia Católica durante trece años, dejando un legado imborrable de esperanza, misericordia y apertura.
Resa comenzó la misa recordando el espíritu pascual que anima la vida cristiana. "El Dios de la vida, que ha resucitado a Jesucristo, nos da a todos la esperanza y la garantía de nuestra propia resurrección". Más tarde, invitó a los presentes a dar gracias por el Papa Francisco y a pedir por su descanso eterno, una vez concluida la octava de Pascua.
El vicario episcopal hizo memoria del histórico 13 de marzo de 2013, cuando a las 19:06 horas se anunció al mundo el nombre del nuevo Papa: Jorge Mario Bergoglio, que eligió llamarse Francisco en honor a San Francisco de Asís. "Fue un gesto que ya adelantaba el estilo que imprimiría a su pontificado: sencillez, fraternidad y amor", señaló Resa.
En su homilía, Resa destacó también la última aparición pública del Papa Francisco, el Domingo de Resurrección, pocas horas antes de su muerte. A pesar de su debilidad física, Francisco se asomó al balcón de San Pedro para impartir la bendición Urbi et Orbi y dejar su mensaje final: una llamada firme a la esperanza, al resurgir de la vida frente a la muerte y a la construcción de la paz en un mundo herido por los conflictos.
En ese último discurso, leído debido a su delicado estado de salud, Francisco condenó con energía la violencia en Israel, Palestina, Ucrania, Sudán del Sur, el Cáucaso, los Balcanes y otros focos de guerra, pidiendo a los líderes políticos que utilicen "las armas de la paz: el diálogo, la tolerancia y la libertad religiosa".
Para Resa, este mensaje puede considerarse el testamento espiritual del Papa Francisco y es prueba de su fidelidad a la misión de abrir la Iglesia al mundo sin caer en simplificaciones ideológicas. "La Iglesia, como enseñó Francisco, es una gran tienda de campaña con las puertas siempre abiertas a la misericordia, la ternura y el perdón", recordó.
Durante su intervención, el vicario episcopal subrayó también el importante legado intelectual de Francisco, destacando sus cuatro encíclicas —Lumen Fidei, Laudato Si', Fratelli Tutti y Dilexis Nos— y sus principales exhortaciones apostólicas, como Evangelii Gaudium, Amoris Laetitia, Gaudete et Exsultate y Christus Vivit. Especial mención hizo a Laudato Si', en la que el Papa invitó a toda la humanidad a una profunda conversión ecológica y a Dilexis Nos, su última encíclica, centrada en el amor a Cristo.
Resa recordó que cada Papa, desde San Juan XXIII hasta Francisco, ha respondido a su tiempo gracias al soplo del Espíritu. San Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco son ejemplos de cómo la Iglesia ha sabido adaptarse a los signos de cada época sin perder su esencia. "No habríamos llegado al pontificado de Francisco sin el de Pablo VI o Juan Pablo II. Cada uno ha sido un eslabón necesario en la historia de salvación que sigue construyendo la Iglesia", afirmó.
La misa terminó con una sentida oración por el eterno descanso del Papa Francisco y un llamado a la esperanza. "Su Santidad ha sido un auténtico don y un regalo para todos nosotros. Agradecemos su vida, su ministerio y su ejemplo. Hoy rezamos agradecidos y esperanzados, sabiendo que el Espíritu Santo sigue guiando a su Iglesia", concluyó Resa.
Un homenaje a quien, durante trece años, fue un incansable testigo del Evangelio de la misericordia.
Guste o no le guste al Vicario Resa,Francisco ha sido un Papá progresista, partidario de ayudar a inmigrantes ,pobres y a aceptar y acoger a colectivos como trans,homosexuales y a mujeres,y esto es progresista,le guste o no le guste a Resa,en contraposición a otros ,como Pio xII que apoyó a Hitler y se puso al lado del genocida Franco durante nuestra guerra civil por poner un ejemplo.Señor Resa,los papas son hombres,piensan ,tienen ideología y votan .Le guste o no le guste a usted . Publiquenlo..