La historia de los grandes acontecimientos, de las grandes catástrofes, de las situaciones que cambiaron el curso de la historia de las naciones, va siempre acompañada de la existencia de un diccionario que en nada se parece al oficialmente utilizado en la vida normal de éstas.
En nuestra nación, la guerra incivil puso en circulación muchas palabras que constituyeron un diccionario, de tal forma que la jerga resultante dio lugar a un verdadero idioma.
Un escritor proscrito por sus ideas incorrectas a cuya obra me asomo con frecuencia, Rafael García Serrano, ya nos dejó su ‘Diccionario para un macuto’, obra imprescindible para conocer el dramático periodo que padeció nuestra patria en los años treinta y seis al treinta y nueve del siglo XX.
Ahora,entre nosotros, la terrible pandemia que estamos padeciendo está dando a luz a palabras que hasta meses antes o no utilizábamos o eran desconocidas.
Estos interminables días me han servido para ir recolectando vocablos que sin duda alguna, con el tiempo, formarán parte de nuestra lengua.
Hoy traigo a la consideración de los pacientes lectores algunas de ellas sin ánimo de ser exhaustivo y de las que doy un esbozo de definición:
Mascarilla: bien más o menos escaso cuya adquisición es o era difícil y que está aún en debate su uso obligatorio y sus calidades protectoras del COVID-19.
Test: Pruebas a las que se someten algunos conciudadanos que sirven para detectar la infectacion o no por el tan famoso virus COVID-19.
Coronavirus: Cepa general de virus causante de mortandades, lutos y tristezas sin cuento que estamos padeciendo y que tardaremos mucho en dejar de padecer.
Confinamiento: Extraña palabra puesta en boga por científicos y técnicos para explicar el encerramiento en nuestros hogares.
Llama la atención que si vemos el término ‘confinamiento’ en el diccionario de la RAE está definido como: “pena que consiste en obligar a alguien a residir en un lugar diferente al suyo, aunque dentro del área nacional, y bajo la vigilancia de la autoridad”.
Si en el momento actual estamos obligados a residir sin salir de nuestros domicilios y no podemos desplazarnos a un lugar distinto al que estamos, no cabe duda que utilizar este vocablo es una contradicción en sí misma.
Espero urgente aclaración. Yo la sustituiría por ‘reclusión’.
Desescalada: Horrible palabra. El inventor de su puesta en boga debería ser objeto de muy severa sanción. Es mucho más fácil y elegante utilizar el término ‘atenuación’ si nos queremos referir a la mitigación de las medidas que la administración pone en práctica en el estado de alarma que padecemos.
Pico de la curva: Expresión suprema de la cuadratura del círculo. Las curvas nunca tienen pico, a lo más una meseta alta de crecimiento. Pero en fin así se explican las cosas.
Illa: Apellido del ministro de sanidad,licenciado en Filosofía, encargado principal de gestionar todos los aspectos de la pandemia que padecemos. Rima con Melilla, Sevilla, cuartilla, planilla, mascarilla, pesadilla...
Así hasta el infinito. Me parece una persona correcta y educada que no merece estar en este jardín.
Su aspecto es triste y tiene dificultad en la expresión para ser comprendido.
Rectificaciones: Norma de actuación usual del gobierno para explicar cualquier decisión que adopta en la situación actual de pandemia. Es sinónimo de desconcierto y confusión entre los demás mortales.
Comparecencias: Momento en el que aparecen dos o tres ministros y altos cargos amen del jefe del gobierno para intentar explicar cosas inexplicables que luego son inmediatamente rectificadas.
Bulos: Noticias falsas o inventadas ora para poner en solfa al gobierno, ya a los partidos de la oposición. Nadie se libra de ellos.
Para no pecar de pesado detengo aquí está primera relación que continuará (D.m.) la próxima semana. Vale.
Que no le falte agua al elefante.