PARECÍA que la investigación se había quedado en ‘stand by’ y no ha sido así. Los Juzgados de Melilla han recibido cuatro nuevas denuncias de personas que tienen motivos para pensar que son ‘bebés robados’ y que buscan a sus madres biológicas en la ciudad.
La Justicia no le ha quitado ojo a la trama de la compra-venta de niños procedentes de Marruecos y Melilla en los años 80, pero ahora mismo los investigadores están en un punto muerto porque falta una de las piezas más importantes del puzle: Las madres.
Sólo ellas podrían decir si les arrebataron a sus hijos, simulando que habían muerto; si se los quitaron a la fuerza o si los cedieron, bien sea a cambio de dinero o porque creyeron que no podrían darles una vida mejor que la que les proponían las personas que dirigían la red de contrabando de niños en la ciudad.
Los investigadores han centrado sus objetivos en la búsqueda de mujeres que responden a un perfil muy concreto y que podrían haber estado relacionadas con el mundo de las labores del hogar o la prostitución. También sospechan que pudo darse el caso de madres que en un determinado momento de sus vidas necesitaron dinero y no encontraron otra forma de obtenerlo que a cambio de sus hijos.
Pero todo eso son conjeturas. La verdad sobre un caso que ha consternado a la opinión pública melillense sólo podrá saberse si alguno de los imputados (de momento, 31) admite que se lucró con la compra-venta de niños.
Con las últimas cuatro denuncias de supuestos ‘bebés robados’ que buscan a sus madres biológicas, la Justicia tiene entre sus manos veinte casos de niños vendidos (o no) en Melilla.
Sería una pena que una investigación como ésta se quedara en agua de borrajas y que las personas que en su día se lucraron con la compra-venta de bebés se vayan de rositas (al otro mundo, porque ya tienen m ucha edad), como han hecho los imputados que fallecieron durante el transcurso de las pesquisas iniciales.
Por eso la Justicia, una vez más, pide la colaboración ciudadana. Gracias a la publicidad que se le ha dado al caso de los bebés comprados en Melilla se han presentado cuatro nuevas denuncias. Puede que no sean las últimas.