El dirigente de Prodein dijo que si la familias no pueden empadronarse, pierden derechos.
El máximo responsable de la asociación Pro Derechos de la Infancia (Prodein) de Melilla, José Palazón, analizó ayer en el Campus la situación en la que viven los menores en la ciudad. Palazón recordó que el índice de pobreza infantil en Melilla casi se ha duplicado desde 2005 y señaló, además, que junto a la carenciamaterial, estos pequeños, especialmente los que residen en centros de acogida, viven también una situación de pobreza afectiva.
El responsable de Prodein indicó, asimismo, la complicada situación a la que se enfrentan muchos de estos pequeños que no tienen la documentación en regla y por tanto viven “totalmente marginados”. Además, Palazón aseguró que en Melilla hay decenas de familias, tanto extranjeras como españolas, que no pueden acceder a ayudas sociales porque no pueden empadronarse.
Explicó que por un lado están los extranjeros que se encuentran en la ciudad de forma “irregular” y que por tanto no pueden empadronarse. Pero aseguró que también existe otra realidad, la de españoles que aunque sí tienen residencia legal, no pueden empadronarse en Melilla porque les es imposible cumplir los requisitos para ello. Así, Palazón explicó que para poder entrar a formar parte del padrón de la ciudad es necesario acreditar mediante un contrato de alquiler, una factura de electricidad o una de agua, que se están viviendo en un domicilio local. En este sentido, el responsable de Prodein apuntó que muchas de estas familias viven en una situación de “pobreza extrema” en viviendas que en muchos casos no tiene cédula de habitabilidad y por tanto no pueden demostrar documentalmente que están residiendo en Melilla.
Palazón dijo que esto provoca que estas personas, a pesar de ser las que más necesitan la ayuda de la Administración, no pueden solicitarla por las “trabas” burocráticas. “La inacción de las administraciones provoca que la situación de estas personas no mejore”, indicó.
El responsable de Prodein insistió en que la situación de los menores en Melilla es preocupante y que los más pequeños están pagando las peores consecuencias de la crisis que está atravesando el país.
Asimismo, se refirió a los menores que mendigan en las calles de la ciudad, vendiendo chicles u otros artículos. En este sentido, dijo que en los últimos meses se ha visto un nuevo repunte de este tipo de mendicidad y aseguró que habitualmente estos pequeños no están controlados por mafias, sino que son sus propios padres los que los animan a pedir, mientras ellos también lo hacen por otro lado. “La necesidad extrema es lo que les hace optar por pedir en la calle”, aseguró el máximo responsable de Prodein.