El comandante general de Melilla fue el padrino en el acto de imposición de faja celebrado en el cuartel Millán Astray.
El comandante general de Melilla, Álvaro de la Peña, apadrinó ayer la imposición de faja por el ascenso a general del coronel Santiago Camarero Alenda. El acto se celebró ayer en el acuartelamiento Millán Astray, pasadas las 13:00 horas. Camarero dirigió unas palabras de agradecimiento a los asistentes por haber confiado en él para el ascenso. Además ofreció unas emotivas palabras a su familia y se dirigió especialmente a su madre, que según dijo falleció hace sólo 20 días. El recién nombrado general recordó su llegada a la Comandancia General de Melilla hace dos años y señaló la gran ilusión con la que se estableció en la ciudad autónoma, porque era el lugar en el que nacieron sus padres. Asimismo, también tuvo palabras de agradecimiento para las unidades de la Comgemel. “Debo agradecer el trabajo y la fidelidad que me han demostrado, en especial todo mi cuartel general”, señaló. Camarero tuvo un recuerdo especial para sus dos antiguos comandantes generales, César Muro Benayas y Álvaro de la Peña, de los que destacó su paciencia, amistad y el apoyo que le han demostrado durante su carrera militar. Una vez que terminó su intervención, fue el momento de que el padrino de faja, en este caso el comandante general de Melilla, dedicara también unas palabras al recién ascendido general. De la Peña destacó que tenía muy buenas referencias de Camarero y que en el tiempo que lleva en la ciudad ha comprobado su gran valía como profesional y como persona. Asimismo, destacó virtudes de Camarero como su “integridad moral, caballerosidad, sensatez y profesionalidad”.