La Ciudad decide finalmente que el encendido sea antes de este puente.
Frío, luces… y Navidad. Desde hace varias semanas los operarios de la empresa concesionaria de la iluminación navideña de la ciudad trabajan sin descanso para tener la decoración preparada. El lunes será el momento en el que el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, pulse, como es habitual cada año, el interruptor que iluminará las calles de Melilla hasta el 6 de enero. Así lo aseguró ayer a El Faro, el viceconsejero de Festejos, Francisco Díaz, que indicó que probablemente el encendido se realice a las 19:00 horas, aunque aún no está decidida la hora.
La fecha en la que las luces se enciendan será la misma del año pasado, el 3 de diciembre. Sin embargo, en la Ciudad no tenían clara hasta ayer la decisión al respecto. Y es que mientras para algunos era una buena idea que la iluminación estuviera lista antes del puente de la Constitución, que se celebra el próximo fin de semana, otros pensaban que esto haría que el gasto se elevara.
No se trata de una discusión exclusiva de la ciudad autónoma. Desde que la crisis económica comenzara, hace ya unos cuatro años, en muchas ciudades españolas se han planteado alternativas para intentar ahorrar algo de dinero en la iluminación navideña. Así, en algunos lugares se ha ido retrasando el momento del encendido, mientras que en otros se ha optado por mantenerlo.
En este sentido, muchos comerciantes opinan que las luces navideñas animan más a los consumidores a comprar, por lo que prefieren que la decoración de las ciudades esté lista cuanto antes, mientras que a otras personas no les parece buena idea “engordar” la factura de la luz con el encendido navideño.
Así, mientras en grandes ciudades como Londres o Madrid, la iluminación ya lleva días alegrando la ciudad, en otros puntos se opta por utilizar las manualidades para la decoración o reducir los arcos de luz para que el gasto sea menor.
Además, cabe recordar que Melilla, según la Asociación Pro Derechos Civiles, Económicos y Sociales (Adece), fue el año pasado una de las ciudades españolas con una iluminación navideña más cara, en concreto a cada melillense le costó una media de 3,32 euros el mes de decoración. A pesar de ello, tampoco se puede obviar que el pasado año se decidió renovar gran parte de la instalación, para cambiarla por luces de bajo consumo, que son más duraderas y aunque requieren una inversión inicial más alta, finalmente reducen la factura del gasto eléctrico.
Sea como sea, el próximo lunes la Navidad se instalará definitivamente en Melilla y seguro que muchos en cuanto vean los azules, blancos, verdes y rojos brillar en la avenida se animan a comenzar con los regalos navideños y a llenar las despensas de mantecados, anís y turrón.