El comité federal del PSOE decidió ayer poner fin a la situación de bloqueo que vive la política nacional desde las elecciones del 20 de diciembre del año pasado, cuando la entrada de nuevas fuerzas políticas en el Congreso de los Diputados dibujó un mapa electoral que rompía con el tradicional bipartidismo entre el Partido Popular y el Partido Socialista.
La irrupción de otras dos formaciones de ámbito nacional, Podemos y Ciudadanos, tuvo como resultado un Parlamento con un mayor equilibrio de fuerzas, en el que resultaba complicado un acuerdo entre partidos que garantizase la suma de los 176 diputados que conformaran la mayoría absoluta de los 350 que componen la Cámara Baja.
Tras fracasar las negociaciones, fueron convocados nuevos comicios para el pasado 26 de junio, que arrojaron unos resultados similares a los del 20-D. Un PP con mayoría de escaños (137), seguido del PSOE (85), Unidos Podemos (71) y Ciudadanos (32), además de una serie de partidos regionalistas, nacionalistas o independentistas.
El candidato del PP, Mariano Rajoy, intentó ser investido presidente, pero sólo obtuvo el respaldo de C’s y la diputada de Coalición Canaria, lo que sumaba 170 apoyos, insuficientes para que la sesión de investidura finalizase con el candidato como presidente del Gobierno.
El entonces secretario general socialista, Pedro Sánchez, se oponía a facilitar un Ejecutivo de Rajoy. Sin embargo, empezaron a surgir voces críticas en el seno del PSOE que abogaban por desbloquear la situación. Así, el pasado 2 de octubre, Sánchez dimitía de su cargo y la formación socialista pasaba a estar dirigida por una Gestora encabezada por Javier Fernández, líder socialista asturiano y presidente del Principado.
Ayer, el comité federal reunido en la sede socialista de la madrileña calle de Ferraz decidió por mayoría de sus miembros (139 contra 96) la abstención de los 85 parlamentarios del partido en el debate de investidura. De esta forma, allanan el camino de Rajoy hacia la Presidencia.
España llevaba demasiado tiempo con un Gobierno en funciones. Es hora de que se forme un Gabinete que afronte los retos que asume el país, algo que nos interesa especialmente a los melillenses, pues una parte muy importante de los asuntos que nos afectan se deciden desde Madrid.