Ayer, el secretario general del PSME-PSOE, en una prueba del mal encaje de la debacle electoral socialista, culpaba a Mustafa Aberchán y su llamada a la abstención activa, de los pésimos resultados para su partido en las elecciones en Melilla, mucho peores que en el resto de España, donde el PSOE de media obtuvo 3,5 puntos más en votos que en nuestra ciudad.
Sin embargo, la monserga del socialista carece de sentido, si tenemos en cuenta que el mayor índice de abstención se da en los feudos electorales históricos de CpM, efectivamente, pero con ventaja para el PP allí donde el abstencionismo es menor. Es el caso del C.P. 'Rusadir', donde se pone de manifiesto que a mayor participación, menos ventaja para el PSOE y más votos para el PP, que como en el resto de los bastiones electorales de CpM, salvo el caso del CPR, siempre logra la victoria electoral.
La abstención, más allá de la habitual en este tipo de comicios en Melilla, ha obrado efectivamente contra el PSOE, porque el abstencionismo siempre favorece a los más votados, pero en ningún caso una mayor participación habría salvado a los socialistas de una espectacular derrota, teniendo en cuenta la ventaja de 11.000 votos que le ha sacado el PP. Imbroda ponía el acento en ello en su análisis de ayer y acertaba de pleno.
La cuña de CpM, sea en el sentido que sea, siempre influye en unos comicios, se presente o no, porque su electorado más fiel sigue sus consignas en el sentido que sea.
Sin embargo, su incidencia en los resultados para el PP es muy escasa y, por el contrario, es determinante para quienes otrora han sido coaligados de los cepemistas y hoy se tiran con ellos los tratos a la cabeza.