Melilla se prepara para vivir una de las celebraciones más tradicionales y entrañables de su calendario navideño: la Zambomba Flamenca. Este evento, que se ha convertido en una cita imprescindible para los melillenses, tendrá lugar mañana, día 20 de diciembre, a partir de las 20:00 horas en la emblemática Plaza de las Cuatro Culturas. Organizada por la Consejería de Cultura, Patrimonio Cultural y del Mayor, bajo la dirección de su consejera, Fadela Mohatar, la Zambomba busca reunir a vecinos y visitantes en una velada llena de música, dulces y espíritu navideño.
La Zambomba Flamenca de Melilla es una celebración que rescata las raíces de las antiguas fiestas navideñas. Este evento tradicional reúne a familias, jóvenes, mayores y niños en torno a una gran candela, donde la música flamenca, los villancicos y la alegría compartida se convierten en los protagonistas.
“Es una oportunidad para revivir nuestras tradiciones, como se hacía hace muchos años, celebrando la Navidad en familia y con los amigos”, destacó José Heredia, director de la escuela de flamenco. La Plaza de las Cuatro Culturas será el escenario donde se distribuirán dulces típicos como mantecados, pestiños y rosquillas, así como bebidas navideñas como vino dulce y anís. Además, los niños podrán disfrutar al participar con panderetas y zambombas que se repartirán y que les permitirá sumarse al ambiente festivo con ritmo y alegría.
El programa de la noche contará con actuaciones especiales que prometen deleitar a los asistentes. Entre los artistas invitados se encuentran el reconocido cantaor flamenco Kiko Acedo y la compañía Ballet Colores de Melilla. Además, participarán la Escuela de Flamenco y el coro de la parroquia de San Francisco Javier, que aportarán su talento a una velada única.
La música estará marcada por un repertorio de villancicos tradicionales y populares, interpretados en estilos como bulerías, campanilleros, rumbas y tang,uillos de Cádiz. Canciones icónicas como “La marimorena” y “Los peces en el río” se mezclarán con algunas novedades preparadas para esta edición.
Uno de los atractivos de la Zambomba Flamenca es su carácter inclusivo y gratuito. “Todo el que quiera pasar una Navidad flamenca, con música y villancicos, está invitado a unirse. Es una oportunidad para disfrutar de un buen rato rodeado de guitarras, cajones, percusión y, por supuesto, zambombas”, comentaba José Heredia.
La asistencia esperada para este evento supera las 300 personas, como cada año, consolidándolo como una tradición que atrae a un público diverso, desde familias con niños hasta jóvenes y personas mayores. La Zambomba Flamenca no solo es un encuentro cultural, sino también una oportunidad para fortalecer los lazos entre los melillenses en un ambiente festivo y acogedor.
La Zambomba Flamenca no solo es un evento festivo, sino también una manifestación cultural que fomenta el orgullo por las tradiciones locales. En palabras de los organizadores, esta celebración es una forma de preservar y transmitir a las nuevas generaciones el valor de las costumbres que durante décadas han sido parte de la vida melillense. Además, representa un espacio de encuentro donde las diferentes comunidades de la ciudad pueden compartir una misma ilusión: vivir la Navidad con alegría y cercanía.
El evento también subraya el compromiso de la Consejería de Cultura con el patrimonio inmaterial de la ciudad, promoviendo actividades que enriquezcan el tejido cultural y social de Melilla. La combinación de música, gastronomía y tradición garantiza que la Zambomba siga siendo una de las citas más queridas del calendario navideño.
Mientras la Zambomba se lleva a cabo, la Escuela de Flamenco ya mira hacia el futuro con el inicio del periodo de preinscripciones para el curso 2025, que estará abierto hasta el 31 de diciembre. Según sus responsables, el objetivo es seguir creciendo y ofrecer nuevas oportunidades a los melillenses interesados en aprender y disfrutar del arte flamenco.
Con este evento y las actividades futuras, la Escuela de Flamenco reafirma su compromiso con la cultura local, demostrando que el flamenco no solo es una manifestación artística, sino también un vehículo para la cohesión social.
La Zambomba Flamenca de Melilla es, sin duda, una de las manifestaciones culturales más auténticas y vibrantes de la ciudad. Un evento que invita a celebrar la Navidad al calor de la tradición, la música y la comunidad.