Agentes de la Policía Local han sanciado en estos últimos días a once conductores por distintas distracciones al volante que no se han especificado, según han señalado fuentes oficiales del cuerpo. Las multas se corresponden con el desarrollo de la campaña llevada a cabo durante la última semana por la Dirección General de Tráfico y en que fueron controlados en Melilla un total de 120 vehículos.
La Policía Local recuerda que "distracción" se define como “cosa que atrae la atención apartándola de aquello a que está aplicada, esta definición aplicada a la conducción podría ser por ejemplo, cuando fijo mi vista en contemplar el paisaje y no en aquellos elementos que hacen mi conducción segura.
A título informativo y en base a las estadísticas nacionales de siniestralidad al volante, el 30% de los accidentes se deben a la distracción del conductor. Entre las distracciones más habituales en la conducción figuran cambiar de emisora en la radio del coche, subir o bajar el volumen de la música, el manejo del GPS, usar el teléfono móvil, comer o beber dentro del vehículo, el tabaco, buscar algún objeto, usar cascos o auriculares, etc.
Hace algo más de un año se llevó a cabo una campaña similar mediante la que se realizaron treinta y seis controles de vigilancia, denunciándose a 39 conductores por hablar haciendo uso del teléfono móvil manualmente, a 2 por hacer uso de otros dispositivos electrónicos durante la conducción, y a 50 por otras infracciones.
En numerosos informes se refleja que, realizar acciones que requieren apartar la vista de la vía o realizar tareas manuales, se traducen en un mayor impacto en el comportamiento en la conducción, así como en el riesgo de colisión, de tal forma que aumenta 3,6 veces en el caso de hablar por teléfono sin hacer uso del manos libres, 6 veces al escribir un mensaje y 12 veces cuando se teclea un número de teléfono.
La policías local si actuara con honradez bondad humildad... Debería sancionarse así misma por éstos mismos hechos, tanto dentro del mismo coche patrulla como en motos y coches personales en su día a día. Predicar sanciones y no aplicarse así misma la ley es de estados bananeros, tipo marruecos por poner un ejemplo y sin entrar al comportamiento de sus familiares amigos y conocidos al volante.