Si bien la apertura de la cafetería Rubí tuvo lugar hace dos meses, según el dueño del establecimiento asegura que las cosas le van bastante bien, dentro de lo que es normal. "Todo va según lo previsto y estoy muy contento con este negocio".
Dentro del contexto de las cafeterías de lujo nadorenses, Rubí, según los clientes, les recuerda a la cafetería Diamante Verde o a la cafetería Victoria de Nador pero con un toque mucho más sencillo y adaptado a una sociedad moderna en la que las clases sociales se diferencian menos.
Los precios que ofrece Rubí para estar en la zona centro son bastante asequibles, según los clientes y el servicio es "muy bueno". La calidad del material es de primera, pero lo que más le gusta a la gente es su interior. Para algunas personas que están en el interior, a pesar de que en Melilla hace bastante calor, la gente suele tomarse algo cuando termina de trabajar y entonces no apetece demasiado hacer uso de la terraza, sino del interior.
Para algunos encuestados Rubi es una cafetería que está dentro de lo que se puede llamar "el buen gusto", sus contrastes entre la sencillez exterior y la belleza interior la hacen "única y por eso me gusta venir aquí, además de tener un buen servicio".
Hay una decoración hecha en madera laminar muy decorativa que le da vida y un ambiente solemne al lugar. "Estando aquí me gustaría que lloviese y estar donde estoy, al lado del cristal".
Dadas las opiniones de los clientes, se prevé que su ubicación en una zona exclusivamente peatonal y la originalidad del establecimiento hostelero sea un reclamo a futuro este otoño, bastante importante en la zona Centro de la ciudad.