El aceite de uso industrial es esencial para el funcionamiento de motores en todo tipo de vehículos y de maquinarias industriales. Al finalizar su vida útil, se convierte en un residuo peligroso, ya que durante su utilización se generan sustancias tóxicas y metales pesados debido a la exposición a altas presiones y temperaturas. Sin embargo, se trata de un residuo que puede ser aprovechado en su totalidad y utilizado en la fabricación de nuevos productos, como bases lubricantes o fuel BIA. En 2023, el sistema de gestión de aceites industriales usados en España, Sigaus gestionó 89 toneladas de este residuo en Melilla, procedentes de 51 establecimientos de diversa tipología, siendo el 73% talleres mecánicos.
La gestión del aceite industrial usado en Melilla es un modelo ejemplar de cómo un residuo peligroso puede ser recogido en cualquier punto geográfico donde se genere y 100% aprovechado como materia prima o energía. Su gestión requiere de un sistema logístico que llegue a todos los rincones en los que se produce una gota de aceite usado, lo que incluye una amplia diversidad de actividades.
En Melilla, 51 establecimientos e instalaciones generaron aceites usados en 2023. En ellos Sigaus recuperó 89 toneladas de residuo, a través de 150 operaciones de recogida. El 73% de estos puntos generadores fueron talleres de reparación de vehículos, entre los que se incluyen establecimientos multimarca, concesionarios y talleres independientes. En ellos se recuperó el 86% (77 toneladas) del aceite usado que se generó en Melilla durante el pasado año. El 14% restante se recogió en la industria y otros muchos sectores, como el transporte, la energía, la construcción, la agricultura, la hostelería y los servicios públicos.
Un residuo valioso con infinitas vidas
El aceite usado conserva en su composición recursos que le permiten ser aprovechado en su totalidad, transformándolo en nuevos productos, como bases lubricantes o un combustible similar al fuel óleo. La cantidad recogida en Melilla durante el pasado año fue tratada en su totalidad mediante valorización energética. Se trata de un tratamiento que permite la descontaminación del aceite usado para obtener un combustible —llamado fuel BIA— que sustituye al fuel óleo tradicional, y que puede ser utilizado en centrales térmicas, hornos y otras instalaciones industriales.
La obtención de combustible a partir del aceite usado evita el uso de petróleo: 9.000 barriles se ahorraron por la gestión realizada en Melilla. Además, se evitó la emisión de 49 toneladas de CO2 y se ahorraron 82 MWh de energía.
Genci: del aceite usado a los envases
Sigaus lleva desde 2007 cumpliendo rigurosamente los objetivos ambientales establecidos por la normativa vigente (RD 679/2006), asegurando la recogida y el correcto tratamiento de los aceites industriales usados para prevenir su incidencia ambiental. Todo ello gracias a una gestión que incluye un servicio de recogida de gran capilaridad en el territorio y un Sistema de Información Tecnológico que permite la trazabilidad del residuo desde que es recogido hasta que se convierte en un nuevo producto en las plantas de gestión final.
Esta experiencia y eficiencia en la gestión de un residuo eminentemente industrial se extiende ahora al ámbito de los residuos de envases comerciales e industriales con Genci. Este nuevo SCRAP surge para cumplir con la nueva normativa (RD 1055/2022) sobre envases y residuos de envases, que entrará en vigor el 1 de enero de 2025. Esta normativa establece que los fabricantes y comercializadores de productos envasados en envases comerciales e industriales deben financiar y garantizar la correcta gestión de los residuos de estos envases, independientemente de su naturaleza, formato, material o vida útil (garrafas, bidones, palets, cajas, films…).
Genci ya cuenta con tres años de experiencia operativa en Baleares, debido a una normativa autonómica, lo que le permite escalar fácilmente su modelo de gestión a nivel nacional, pudiendo operar sin cuotas fijas de adhesión, por lo que las empresas adheridas solo pagarán por los envases comerciales e industriales que pongan en el mercado a partir del 1 de enero de 2025.