La consejera de Presidencia, Administración Pública e Igualdad, Marta Fernández de Castro, junto a la viceconsejera de Igualdad, Fadwa Abelhadj, y representantes de la asociación Aspanies Plena Inclusión de Melilla han firmado un convenio de colaboración para el programa ‘Mujer, discapacidad intelectual y derechos: nosotras también contamos’.
Según informa la Ciudad Autónoma, el acuerdo se desarrollará hasta diciembre de este mismo año con una partida presupuestaria de 14.000 euros, aunque en la misma se han incluido las actividades y actuaciones realizadas en los meses previos.
El proyecto incluye actividades de sensibilización social de las mujeres con discapacidad intelectual, fortalecimiento de la red social en su apoyo, promoción de su autonomía personal, que estas mujeres sean agente de cambio, tengan asesoramiento laboral y se trabaje la concienciación y prevención de las violencias machistas, entre otras actuaciones.
De esta manera, el convenio responde al interés del Gobierno local por el fomento de las actividades educativas y de participación de los colectivos sociales más necesitados y también al de la entidad por trabajar “a favor de aquellas personas que tienen discapacidad intelectual y del desarrollo para su plena inclusión en nuestra sociedad”.
El pasado mes de febrero, la Ciudad Autónoma y Aspanies también acordaron promover e impulsar la igualdad de las mujeres con discapacidad en Melilla, un colectivo que sufre una doble discriminación por el hecho de ser mujeres y tener una discapacidad. El acuerdo llegó enmarcado dentro del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo).
Juan López, responsable de comunicación de Aspanies Melilla, celebró entonces estos "impulsos comunes" entre el Gobierno y la entidad para introducir cambios que mejoren la sociedad y permitan mejorar la autonomía, los derechos y la participación social de las mujeres con discapacidad.
Asimismo, recordó que el papel de estas mujeres siempre ha estado menos valorado porque estaban en un entorno familiar, no tenían conductas autónomas, no sabían defender sus derechos y su participación social era prácticamente nula.