El crucero Marella Discovery 2 ha atracado en Melilla esta mañana. Con casi 1.700 pasajeros de hasta diez nacionalidades distintas, un gran desembarco de turistas. A lo largo del día, la ciudad se ha llenado de turistas que aseguraban estar maravillados con la belleza de los edificios modernistas.
El buque llegó al puerto alrededor de las 9 de la mañana y no se ha marchado de la ciudad hasta las 18.00 horas. Un largo periodo de tiempo en el que los cruceristas han podido bajar y salir a pasear por Melilla. En esas horas, las calles se han llenado a rebosar de personas, en su mayoría ingleses, que recorrían los lugares más turísticos.
Desde el Puerto de Melilla, una oleada de foráneos descendía hacía el centro de la ciudad. Iban ataviados con ropa veraniega y sombreros en la cabeza, para protegerse del sol. En su camino pararon a desayunar en las cafeterías de la zona centro y se fotografiaban en él.
Alrededor de las 11.00 horas, la Plaza Héroes de España, situada en el ensanche modernista de la ciudad, se había llenado de turistas. Algunos se sentaban en los bares. Otros admiraban los bancos de estilo modernista, maravillados por sus colores, y se fotografiaban sentados en ellos. También se quedaron asombrados al ver el monumento que homenajea a los caídos en la guerra civil.
Toda la avenida Juan Carlos I, Rey se llenó también de estos cruceristas, que se asomaban a las tiendas y caminaban por la vía principal de la ciudad con un mapa en la mano. Andando por allí se encuentran Lean y Mike, una pareja que anda buscando una cafetería para tomar algo.
“Debíamos estar en Lisboa, pero debido a la tormenta, estamos aquí”, cuenta ella. Sin lugar a dudas, un cambio de planes en su ruta. Sin embargo, se muestran contentos de estar en Melilla. “Aunque solo llevamos aquí quince minutos, es una ciudad muy bonita. Es encantadora”, dice Mike. Y no son los únicos que se han quedado prendados de la belleza de la ciudad.
Silvie, una mujer inglesa que va a acompañada de su familia, cuenta a El Faro que acaban de bajar del barco y estaban decidiendo qué hacer durante el día. “Probablemente demos una vuelta por la ciudad y busquemos algún sitio bonito para comer”, comentaba. Además, cuenta que, desde que desembarcaron, se quedaron maravillados con Melilla. “Es muy bonita”, apunta.
Como Silvie, Lean y Mike, muchos cruceristas han destacado la belleza arquitectónica de la ciudad autónoma. Aunque no llevan mucho rato aquí, Miles también se ha quedado asombrado con los edificios melillenses y su peculiaridad. “Son realmente espectaculares”, comenta.
Muchas de estas obras con las que los turistas se están deleitando son resultado del trabajo del arquitecto Enrique Nieto y Nieto. Un barcelonés que estudió en la Escuela Superior de Arquitectura de su ciudad natal y se trasladó a Melilla en 1909. Por este motivo, cuando comenzó a diseñar los edificios del centro de la ciudad, se inspiró en los edificios modernistas de Barcelona e introdujo elementos clásicos y de art decó, que le otorgan una belleza singular a la ciudad.
Con este despliegue arquitectónico, no es de extrañar que los cruceristas se queden maravillados con Melilla. “Absolutamente enamorados”, así han quedado James y su familia al ver el ensanche modernista. Su padre, Richard, también destaca la riqueza cultural que reina en la ciudad y que han podido apreciar a primera vista nada más bajar del barco.
Se dirigían hacia el concierto de María Mendoza en el centro de la ciudad. La Asociación Zona Centro ha preparado esta actividad para atraer a los cruceristas y dinamizar las calles céntricas de Melilla durante la mañana. Una vez que arrancó la actuación, podía verse por allí gente que se paraba a deleitarse con la voz de la cantante. Algunos turistas incluso se echaban más de un baile al ritmo de la música.
Muchos de los foráneos que se encontraban hoy visitando la ciudad aseguraron que su plan del día era sencillo: pasear por Melilla, visitar algunas tiendas locales y encontrar algún sitio bonito para almorzar.
Y así fue. A lo largo de la mañana podía verse a muchos de los turistas con bolsas cargadas de tiendas de los comercios locales, en busca de alguna terraza para poder sentarse a tomar algo.
Algunos contaron a El Faro que también tenía en mente visitar la parte antigua de la ciudad. Desde que la habían visto en el puerto, habían quedado sorprendidos por su belleza. Afirmaron que irían para allá más tarde, cuando fueran de vuelta al barco.
Y es que aunque el crucero ha llegado a la ciudad por un cambio de rumbo debido al terrible clima de estos días, la buena reacción y gran acogida de los cruceristas puede suponer que la naviera decida repetir escalas en un futuro próximo.
Seguimos apostando por el desarrollo industrial, de la ciudad de y no por el turismo esporádico. Seamos prácticos y no perdamos ni tiempo ni dinero en soñar.
la segregación escolar en melilla,cuando toca este tema?