El presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro, ha establecido por decreto las medidas de eficiencia energética en la gestión de edificios e instalaciones municipales para lograr una reducción del consumo que redunde en un ahorro económico y la mejora del medio ambiente, según lo dispuesto en el Real Decreto 14/2022 aprobado recientemente por el Gobierno central. Las medidas se publicarán en un próximo Boletín Oficial de Melilla, según han asegurado fuentes oficiales.
Ello, después de que esta mañana se celebrara la reunión de la Conferencia Sectorial de Energía, Industria y Comercio destinada a clarificar ciertas cuestiones a la hora de aplicar el citado Real Decreto. En esta reunión participaron la vicepresidenta primera, Gloria Rojas, la consejera de Hacienda, Dunia Almansouri y la viceconsejera de Incidencias y Línea Verde, Yonaida Selam.
Aunque no estuvo presente en el encuentro telemático encabezado por la ministra Reyes Maroto, ha sido el presidente De Castro quien ha realizado la valoración de la reunión. Y en ese sentido, ha señalado que “quizás esta conferencia sectorial se tendría que haber realizadfo con anterioridad a la publicación del Real Decreto”. “Pero una vez despejadas algunas de las dudas de interpretación, ahora hay que materializar su cumplimiento por parte de todas las Administraciones. Es una cuestión crucial y por ello es necesario que seamos solidarios en este plan de ahorro energético”, razona el presidente melillense.
La puesta en marcha de las medidas busca “coordinar las políticas de ahorro y eficiencia energética de las administraciones en el marco de cumplir con el compromiso adquirido por España ante la Unión Europea de lograr un ahorro de un 7% debido a las consecuencias de la guerra en Ucrania”. En definitiva, que el objeto de todas esas medidas es “lograr la máxima eficiencia en la utilización de los recursos energéticos de la misma manera que otros países europeos lo han ido haciendo”.
La primera de las medidas es la regulación de la temperatura en los espacios de trabajo de uso administrativo, centros y establecimientos comerciales, teatros, auditorios, cines, restaurantes y bares, y en el caso de Melilla también la estación marítima y el aeropuerto. Esos límites de temperatura no serán de aplicación en supuestos como las condiciones laborales, las propias especificidades del sector, centros de formación, peluquerías, gimnasios y medios de transportes (avión, barcos, trenes, etc.).
La hostelería, por su parte, no tendrá que poner el aire a 27 grados; podrá permanecer en 25% para asegurar una temperatura adecuada para los trabajadores. Asimismo, el alumbrado público permanecerá igual y solo se apagará la iluminación de los comercios y edificios públicos que estén desocupados a partir de las diez de la noche. Y, finalmente, se establece que los monumentos públicos continuarán encendidos.
Por su parte, el presidente De Castro ha recordado que todo este plan surge de la invasión de Ucrania por parte de Rusia y las consecuencias que está acarreando para el resto de Europa. Entre ellas, el “chantaje energético” utilizado por Putin “como arma”, lo que se traduce en una reducción del abastecimiento de gas a la Unión Europea y las “amenazas” de interrupción del suministro.
“Esta guerra energética solo se puede afrontar y ganar si Europa trabaja de forma conjunta y unida. Tenemos que buscar la máxima eficiencia en la utilización de los recursos energéticos que disponemos. La energía es un bien escaso, lo que quiere gestionarla no solo de manera eficiente sino también solidaria”, señala Eduardo de Castro.
Ande vas si no tienes competencia para eso, como con la tomadura de pelo del Estado de alarma, ya está bien!
Trabajar por encima de 23° es pasar fatiga y no se puede hacer bien tu trabajo