En ocasión del Día Internacional del Guía de Turismo, la asociación Mem Guímel ha retomado este domingo la ruta “La Melilla Sefardí”, como parte de su apuesta por la promoción del legado judío sefardí en la Ciudad Autónoma.
Del evento pudieron disfrutar los melillenses y algunas personas que se trasladaron desde la península, todos los cuales vivieron una extensa visita a la historia y la cultura de la ciudad.
La ruta empezó con un recorrido por las calles de Melilla, dando a conocer la historia judía en la ciudad, desde su llegada en 1864 hasta nuestros días. La doctora María Elena Fernández disertó sobre sus casas y comercios, el compromiso judío con la sociedad y la política, su aportación a la urbanización y el desarrollo de la ciudad, la multiculturalidad y otros elementos.
También se visitó el museo etnográfico sefardí, donde se recibieron explicaciones sobre los términos judíos, el ciclo de la vida, su calendario y festividades, su liturgia y la Torá.
Seguidamente le tocó el turno al Barrio del General Larrea, conocido popularmente como “El Mantelete”, de gran importancia para la expansión de la ciudad y donde los judíos ubicaron comercios, viviendas y una Sinagoga en la calle Alfonso XII.
Los involucrados en el recorrido discurrieron además por la primera casa extramuros, la “Casa Salama”, en la cual se ubicó la Junta de Arbitrios antecesora del Ayuntamiento. Dicho sea de paso, a su lado se halla el monumento en memoria de Yamin Benarroch, un filántropo de la primera mitad del siglo XX que mereció el único tributo de su tipo erigido a un judío en la ciudad.
Tocó pasar después por la Sinagoga “Or Zaruah”, donde Moisés Murciano explicó la importancia del lugar para el pueblo judío y la significación de la arquitectura del edificio modernista, obra de Enrique Nieto.
Allí se enumeraron también los diferentes elementos que componen una Sinagoga, se habló de sus rezos y la comida Kasher, y se entregaron las Kipot y el Pin de Mem Guímel, gracias a la subvención de la Dirección general de Intercultura.