La ciudad registró ayer la muerte de un tercer melillense a causa del coronavirus en lo que va de mes. La 113 desde que comenzó la pandemia. Además, Melilla se ha situado en riesgo muy alto de contagio, con una incidencia acumulada 100 puntos por encima de la media nacional.
La escalada de contagios que hemos registrado durante los últimos meses ha colocado a la ciudad en un momento muy delicado y es un hecho que nos encontramos en una situación epidemiológica de mucho riesgo. Además, tenemos la fiestas de Navidad a la vuelta de la esquina, lo que supondrá un aumento de la movilidad y de las reuniones sociales, lo que disparará los contagios, como ya hemos aprendido después de cinco olas de la pandemia.
Hoy arranca la vacunación de los menores, y habrá que ver como influencia esto en los posteriores datos a las fiestas. Lo que si está claro es que si no hacemos algo, vamos a seguir padeciendo este mal durante mucho más tiempo.
Es un hecho que la vacuna impide los mayores males que provoca el virus, pero también es un hecho que sigue siendo mortal en ciertos casos. Por ello, la única arma que nos queda para intentar doblar la curva de contagios, antes de que sea demasiado tarde y se tengan que imponer nuevas medidas restrictivas, es la responsabilidad personal. Cada uno de nosotros debe ser la primera línea de defensa contra el covid, por lo que es preciso que mantengamos las normas sanitarias. Si no colaboramos todos, esta situación no va se va a revertir en un corto tiempo.
No podemos arriesgarnos a nuevos cierres ni toques de queda, y cada ciudadano debe ser muy consciente de que la pandemia aún no ha terminado.