Varias decenas de personas protestaron este domingo en Rabat contra la decisión del Gobierno de imponer desde este jueves y sin preaviso la obligatoriedad de presentar el certificado de vacunación contra la covid para entrar a edificios públicos, así como a restaurantes y centros de ocio.
Vídeos difundidos en las redes sociales y en medios de comunicación locales muestran a los manifestantes coreando consignas contra el pasaporte vacunal, en medio de una gran presencia de las fuerzas de seguridad.
En algunos vídeos se ve cómo la policía conduce a manifestantes hasta sus furgones, pero, consultadas por Efe, las autoridades no han concretado si efectivamente se han producido arrestos durante las protestas.
El Gobierno marroquí impuso desde el pasado jueves el pase de vacunación para entrar a edificios públicos, a escuelas, restaurantes, hoteles, salas de deporte y otros espacios privados, así como para desplazarse entre las ciudades.
El carácter sorpresivo de la medida, que se avisó de un día para otro, provocó nerviosismo entre los ciudadanos en los medios de transporte públicos, y una gran afluencia a los centros de vacunación, donde se veían largas colas, según recogían los medios del país.
En redes sociales circularon varios llamamientos anónimos convocando a los ciudadanos en diferentes ciudades a salir a la calle para protestar contra la imposición del documento.
Se trata de la primera protesta contra el nuevo Gobierno de Aziz Ajanuch, en vísperas de la primera comparecencia de su ministro de Sanidad, Jaled Ait Taleb, ante la Cámara de Representantes (baja) para responder a las preguntas de los diputados sobre las medidas relacionadas con la campaña de vacunación.
Con una población de 36 millones de habitantes, Marruecos emprendió el pasado mes de enero una masiva campaña de vacunación (que incluye a franjas de edad desde los 12 años) que ha permitido inmunizar totalmente a más de 21 millones de personas.
Actualmente, y tras sufrir una tercera ola este verano que dejó hasta un millar de fallecidos al día, Marruecos presenta ahora tasas más bajas de contagios y menos de una decena de muertos cada 24 horas.
El Ministerio de Sanidad marroquí puso además en marcha la administración de la tercera dosis de la vacuna para todos los ciudadanos.
Que esta situación de coacción a la población ocurra en una NarcoRégimen feudal como el alauí no extraña. Pero que ocurra en países como Francia o Italia, contraviniendo lo estipulado por el Tribunal del Consejo de Europa es una auténtica aberración. Marrón y Draghi seguramente pagarán en las urnas y en los tribunales. El dictador marroquí se reirá -como siempre hace- de los derechos civiles de los marroquíes