Nuevamente la valla de Melilla ha vivido una noche de alta presión migratoria. La Delegación de Gobierno informó este viernes de que durante la pasada madrugada un grupo de hasta 700 migrantes se concentró cerca del perímetro fronterizo.
Los movimientos de los inmigrantes activaron el dispositivo anti-intrusión que frustró un intento de salto.
Según la Guardia Civil, indica Delegación del Gobierno en un breve comunicado, "venían perfectamente organizados y utilizando tácticas militares, dividiéndose en grupos para disgregar a las Fuerzas que vigilan el vallado".
El grupo anti-intrusión de la Guardia Civil ha desplegado todos sus recursos y ha conseguido controlar en todo momento los movimientos llevados a cabo por los migrantes. Las Fuerzas de Seguridad de España han estado en continua coordinación con las fueras de seguridad marroquíes, impidiendo que los migrantes lleguen al vallado, frustrando así todo intento de salto.
Dos días de presión migratoria
Un día antes, sobre las 02:35 horas de la madrugada, de este jueves, un grupo de unos 25 migrantes subsaharianos se aproximó al vallado por la zona de la Vaguada de Linares.
Desde Delegación del Gobierno informaron de que se trató de una aproximación y no se produjo intento de salto, pues las fuerzas de seguridad marroquíes abortaron el acercamiento al perímetro.
La valla de Melilla soporta una continua presión migratoria. Hace una semana, durante la noche del jueves 24 de septiembre, hubo una aproximación al vallado fronterizo de unos 400 migrantes subsaharianos. Fue sobre las 4:15 horas.
Los migrantes, de forma organizada, se dividieron en tres grupos para asaltar a la vez el vallado por distintos puntos de la zona Norte, informó la Delegación del Gobierno.
El dispositivo anti-intrusión coordinado por la Guardia Civil, así como la colaboración de las fuerzas de seguridad de Marruecos frustraron la entrada, impidiendo, además, los sucesivos acercamientos, por lo que no se produjo ninguna entrada irregular a la ciudad.
Pese a la violencia que han esgrimido los migrantes, con el lanzamiento de piedras y otros objetivos contra la Guardia Civil, ningún agente ha resultado herido.