Por segundo día consecutivo, los casos de coronavirus en Melilla han descendido, y la presión hospitalaria en el Comarcal se mantiene estable.
Sin embargo, no podemos perder de vista que la ciudad se encuentra entre las perores regiones del país en cuanto a la situación epidemiológica y que seguimos en un riesgo alto.
Ante esta situación, no queda otra que insistir en las normas básicas de control y, sobre todo, en las medidas preventivas para frenar cualquier contagio masivo.
Son tiempos de ser serios y responsables, sobre todo porque vivimos un momento de riesgo en el que se auguran más casos, sobre todo tras la vuelta de las vacaciones, la movilidad exterior y los contactos entre familias incapaces de mantener un aislamiento porque, entre otras cosas, no hay forma de poder garantizarlo con los recursos que muchas de estas familias tienen.
La propagación del virus es ahora más rápida, sobre todo con la llegada de la cepa británica, por lo que urge que se aborde este asunto con seriedad y bien lejos de intereses partidistas o de búsqueda de confrontaciones sin sentido.
Está en juego la salud de todos y el objetivo que a nadie se le debe escapar es la necesidad imperiosa de bajar la incidencia acumulada y el factor riesgo que ahora mismo existe en nuestra ciudad, en los primeros peores puestos junto con Ceuta en acumulación de casos covid. Es algo muy serio como para entregarnos al más puro de los oportunismos.