LA CONMEMORACIÓN del Día Internacional de la Mujer sirvió para que las formaciones políticas de la ciudad, con la excepción de Vox, se unieran en una reivindicación común: la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. El valor de las mujeres está por encima de cualquier diferencia política, porque entienden que son base y pilar fundamental para sostener a la sociedad. Su trabajo es esencial: son hijas, madres, abuelas, profesionales, trabajadoras y capaces de desempeñar cualquier rol en la sociedad. El 8M es un día para reconocer el trabajo de las mujeres, para poner el valía la lucha que batallan desde hace décadas por la igualdad y por sus derechos. Hace no tantos años era impensable ver a mujeres desempeñando trabajos en puestos de importancia. Hoy son presidentas, vicepresidentas, diputadas, gerentes, maestras, abogadas, médicos, ingenieras, investigadoras, periodistas, cuidadoras… trabajan en distintos ámbitos, todas profesionales y demostrando de lo que están hechas. A la lucha por la igualdad aún le queda un muy largo camino que va por el sentido correcto. Es necesario desprenderse de los complejos y educar a las futuras generaciones para tener una sociedad más justa y que la igualdad ya no sea un sueño inalcanzable sino una realidad. Cada vez hay más consciencia en la sociedad sobre la desigualdad. Acabar con ella requiere del esfuerzo y de la unión de todos. Superar el techo de cristal y erradicar la violencia de género son tareas para el Ejecutivo por medio de medidas y normas que ataquen las raíces multifactoriales de estos problemas, pero que necesitan del empuje y del impulso de todos desde cada uno de nuestros rincones. El 8M es más que una fecha en el calendario. Es un día de reivindicaciones, de visibilidad, de alzar la voz para reclamar derechos que son tan válidos para los hombres como para las mujeres. La lucha por alcanzar la igualdad no debe cesar. La pandemia evitó que las mujeres pudieran salir a la calle a manifestarse. Fue un ejercicio de responsabilidad que no frenó que su mensaje y reivindicaciones recorrieran el mundo. La igualdad y la lucha por los derechos no cesará hasta que sea una realidad.