Nueve días después de que se detectará otra exactamente igual por la misma zona del litoral con un total entonces de diez inmigrantes, también subsaharianos. Los ocho inmigrantes subsaharianos que llegaron a primera hora del viernes pasado a Melilla a bordo de una patera, se encuentran en buen estado de salud y no han requerido asistencia sanitaria.
Fuentes de la Delegación del Gobierno informaron ayer de que los inmigrantes llegaron en una embarcación impulsada por remos y no en dos, como en un principio habían informado fuentes policiales.
La Delegación del Gobierno explicó que los ocho inmigrantes, siete varones y una mujer, fueron avistados por la Guardia Civil a las 6,00 horas del viernes, a la altura de los cortados de Aguadú, a bordo de una embarcación de plástico, como las que suelen utilizar los niños en la playa.
Una patrulla del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) acudió "en auxilio humanitario" de los inmigrantes, ya que se trataba de una embarcación "muy frágil" que podía poner en peligro la estabilidad de los subsaharianos que viajaban en ella.
Una vez rescatados, los inmigrantes fueron trasladados a la Jefatura Superior de Policía, donde se les abrió un expediente de expulsión de territorio nacional en aplicación de la Ley de Extranjería, siguiendo el mismo procedimiento que a todos los extranjeros que entran en territorio nacional de manera irregular.
La Delegación del Gobierno indicó que está previsto que los ocho subsaharianos sean acogidos en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
La llegada de esta última patera se produce nueve días después de que la Guardia Civil interceptara otra embarcación de plástico con remos que entró a Melilla por el mismo sitio, con diez inmigrantes subsaharianos a bordo. Además, el 6 de agosto pasado llegó otro inmigrante, también subsahariano, que entró al puerto deportivo de Melilla nadando desde Marruecos.